Soy de los que piensan que la valentía siempre tiene premio . Puede que el éxito no sea inmediato, sin embargo, este acabará llegando pues el valor tiene un fuerza imparable que siempre busca la mejor forma de superar la adversidad.
La primera parte del Levante en el Sánchez-Pizjuán me gustó tanto como lo que me sorprendió el equipo de Paco López. Por el escenario y por la entidad del rival, esperaba un Levante más precavido y timorato, parecido al de la segunda mitad. Sin embargo, los granotas se destaparon con una gran imagen y alejada de la habitual por parte de un equipo pequeño.
La presión alta y las líneas adelantadas fueron el menú de presentación levantinista ante el Sevilla en el barrio de Nervión. El 4-3-3 que Paco López puso en liza fue superior a los de Lopetegui durante gran parte de la primera mitad de partido. El trivote formado por Campaña, Melero y Radoja consiguió quitarle el balón a los hispalenses y el Levante no se adelantó por poco y por falta de precisión.
El Levante fue valiente pero en esta ocasión no tuvo premio ya que el arrojo y los arrestos de los granotas no fueron suficientes ante un Sevilla lanzado en su estadio.
El problema principal se produjo cuando al Levante se le agotó la gasolina y no supo mantener su propuesta inicial para seguir incomodando al Sevilla. A eso hay que añadir que los granotas sufren un desajuste defensivo crónico al que, de momento no pueden poner solución. Los números defensivos del Levante dejan claro que es necesaria una reacción y una mejora atrás. Es el equipo que más disparos en contra recibe y el que menos faltas hace. Lo único positivo es el escaso bagaje de goles en contra, tan sólo 11 gracias a un Aitor Fernández en un gran estado de forma.
Lo ocurrido ante el Sevilla es la definición clara de lo que es el Levante a día de hoy. Un equipo que compite y que, por momentos, es superior a sus rivales pero a la vez endeble en defensa y eso provoca que muchas veces, fruto de un error se eche todo el trabajo por la borda.
Así pues, el Levante sigue con su particular catálogo de luces y sombras. Dice mucho del equipo de Paco López que sea valiente en un campo como el Sánchez-Pizjuán o como ya lo fue en el Bernabéu, sin embargo, todo ello de poco sirve si el equipo no es fiable atrás. Así, cada vez que juegas a la ruleta rusa de LaLiga, tienes todas las papeletas de no acabar del todo bien.