No hay gloria sin bajar al barro

El Levante UD inicia su camino en la Copa del Rey este jueves visitando al modesto Melilla CD. Este conjunto de Tercera División, recién ascendido de la categoría Preferente, es uno de los muchos equipos que le dan un nuevo sentido al renovado formato de la competición, mucho más peligroso para los 'grandes' pues se recupera el partido único en casa el rival pequeño. Sin lugar a dudas, todo un encuentro trampa en una primera ronda en la que algunos equipos de LaLiga se quedarán por el camino.

Esa situación es la que, precisamente, el Levante quiere evitar, entre otras cosas, porque la Copa del Rey es una nueva oportunidad para intentar llegar lejos y vivir bonitas experiencias y el levantinismo quiere disfrutar de esta competición.

Así, el Levante, encontrará en sí mismo a su principal enemigo pues tan sólo saldrá victorioso de la ciudad autónoma si es capaz de alcanzar su mejor nivel sin caer en ningún tipo de displicencia al tratarse de un rival considerablemente menor por la categoría en que juega.

El Levante quiere estar en la segunda ronda de la Copa del Rey y para ello, Paco López manda un mensaje con la convocatoria de 18 futbolistas. Viajan a Melilla para afrontar el choque prácticamente todos. Tan sólo se quedan en casa Miramón y Radoja, con algún tipo de problema y Cabaco, que está sancionado. Además, los lesionados causan baja.

Llega la Copa y será el turno de Oier bajo los palos, al igual que los tres chavales del filial podrían ser de la partida. Han viajado los tres que ya han debutado con el primer equipo, los centrales Eliseo Falcón y Gonzalo Pereira, además del centrocampista Pablo Martínez. Otros menos habituales como Hernani o Sergio León tendrán su oportunidad.

Por su parte, el Melilla CD afronta el partido más importante de su historia y aunque parece un invitado en esta fiesta, está decidido a poner problemas a los de Paco López. Los melillenses viven con mucha intensidad la llegada del Levante y buscarán jugar sus bazas para acceder a la segunda ronda a costa de un Levante que llegará al estadio Álvarez Claro con máximo respeto a los locales pero sabedores de que no pueden fallar.