Hace un año y cinco días, el 12 de mayo de 2019, el mundo del fútbol decidió frenar en seco para Róber Pier. El central del Levante UD recibía una dura entrada en los primeros minutos del partido por la permanencia ante el Girona FC. Tan graves fueron las consecuencias, que el gallego tuvo que ser sustituido por Postigo en el minuto 20 y no ha podido volver a jugar un encuentro desde entonces.
El 17 de mayo, hace justo un año, Róber Pier fue intervenido de su rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha. Tras esto, el gallego debería haberse recuperado en unos seis meses, pero el proceso fue más lento de lo esperado. Tanto el cuerpo técnico como médico del Levante tenían previsto contar con el central en enero y que ya pudiera jugar en el inicio de 2020. Sin embargo, distintos problemas en el proceso de rehabilitación provocaron un retraso inesperado en su vuelta al equipo.
Regresó a los entrenamientos con el grupo en febrero, pero todavía no estaba en condiciones para entrar en una convocatoria de Paco López. Sin embargo, el parón de LaLiga Santander por la crisis del coronavirus le vino como anillo al dedo para recuperarse completamente. Cuando se detuvo la competición liguera el gallego todavía no tenía el alta médica, pero tras el trabajo en casa durante el confinamiento ya entrena con normalidad como el resto de sus compañeros.
Con Róber Pier ya a punto, el técnico de Silla dispone de cinco centrales en la plantilla. Con Rubén Vezo, Sergio Postigo, Óscar Duarte y Bruno González en el banquillo, Paco López lo tendrá realmente complicado para escoger a los titulares. Además, el joven gallego siempre ha sido uno de los jugadores predilectos del entrenador, por lo que la competencia por un puesto en el once estará más reñida que nunca.