Según la RAE, “jefe militar de categoría comprendida entre capitán y teniente coronel”. Recoge también, “oficial de la Armada que manda en un buque de guerra” y “piloto que tiene el mando de un avión”. En granota se define solo: José Luis Morales Nogales. Sin más. Le vale cualquiera de las acepciones. Manda, pilota, dirige, capitanea... A su manera, pero por eso su sola presencia es más que necesaria. Los números no engañan. El que más partidos ha jugado en LaLiga Santander y el que más goles suma también en la élite. Y en todas las categorías solo le supera Ettien. Por algo será. Él solo se puso los galones, cuando no tenía por qué, aquel año donde todo olía a ruina y se acabó en Segunda. Líder.
Y no vamos a contradecirnos. Desde aquí dije hace poco que el Levante UD actual adolece de ellos. Y él, junto a Roger, es de lo poco salvable. Por veteranía y arraigo. Que no llega a los Ballesteros, Iborra y demás, vale. Quizá solo ese ‘pero’. El pasito adelante y los dos gritos bien pegados cuando toca para poner firme a la tropa. Pero ahora mismo son el clavo ardiendo al que agarrarse. Y en partidos como el del martes se ve y se nota. No hace falta recrearse. Dos goles y una asistencia. Él siempre está. Y, cuando no está, no da la nota. Que eso también dice mucho de lo que debe ser un líder. Y de los que nunca lo serán. Ni aquí ni en la China Popular.
Me llama la atención que no haya renovado aún. Por ambas partes. La realidad es que mañana mismo podría firmar por cualquier otro equipo. No entendería que el Levante se pueda permitir semejante lujo. Aquí el jugador tiene un poco más la sartén por el mango. Prisa ninguna. De momento parece que no le convence la propuesta que hay encima de la mesa. Pide un poco más. Tampoco nada del otro mundo. Sentirse valorado de verdad, vaya. Dos años en lugar de uno que le dan. Y a nivel salarial, estar donde le corresponde, entre los mejores del vestuario. Para mí, lo normal. Lo merece. Pero como tantas otras veces parece que se valora más lo de fuera que lo de la casa.
Ya veremos qué pasa. Pero de momento, pinta mal. Ofertas no le van a faltar. Queda libre y eso multiplica por mucho el deseo de ficharlo. Y él se puede aprovechar también de ello. Típico. Por eso digo que es el club el que debería asegurar su continuidad. Si es que realmente el Big Data así lo piensa. Que esto igual es solo cosa mía. A saber. Se ve que desde dentro aún piensan que lo mejor hubiera sido que se marchara a China el invierno pasado. Y así, un marrón menos. Lamentable.
Con sus cosas, Morales tiene todo para entrar en el Olímpo granota. Si es que no lo está aún. Pero me refiero a marcar una época. Y salir por la puerta de atrás, resta puntos. Aún con todo, yo lo tengo claro: Morales, siempre en mi equipo. ¡Fiiiiiiiiirmes!
Suscribo el artículo con puntos y comas.