La eliminación de la Copa del Rey sufrida ante el CD Alcoyano, equipo que milita en la Primera RFEF, supone un revés más para el Levante UD, que vive la peor crisis deportiva en su historia más reciente y que parece no tener fin con el conjunto valenciano colista de Primera División y sin rumbo. Con Roger, Morales, Bardhi o Aitor sobre el campo y en la tanda decisiva de penaltis, el Levante se dejó en El Collao algo más que el pase a la tercera ronda de la Copa del Rey, tal y como reflejó su propio entrenador nada más acabar el encuentro en Alcoi.
“Hemos tocado fondo. Hemos fracasado. El palo nos viene muy bien”, comentó Alessio Lisci, el italiano que cogió al equipo hace apenas dos semanas después de la destitución de Javier Pereira, que en octubre había reemplazado a Paco López al frente del Levante.
La contundente rueda de prensa de Alessio, de apenas 36 años y sin más experiencia que un año al frente del filial, es el enésimo intento en busca de una reacción que no llega. Por el vestuario de la ciudad deportiva de Buñol ha desfilado en los últimos meses en casi una decena de ocasiones el presidente del Levante para leer la cartilla a una plantilla que está rindiendo muy por debajo de sus posibilidades.
💙♥️ Siempre presentes. En las buenas y en las malas.
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— Levante UD 🐸 (@LevanteUD) December 14, 2021
A Alessio y a los jugadores nos les quedó más remedio que pedir perdón públicamente a los no más de treinta seguidores del Levante que habían acudido a El Collao para acompañar a un equipo que no gana en la Liga desde el pasado mes de abril y que ha batido el récord histórico de la competición tras veinticinco jornadas sin conocer la victoria.
“Hemos tocado fondo. Hemos fracasado. El palo nos viene muy bien”, comentó Alessio Lisci al frente del Levante.
Pero ni Quico Catalán ni los tres entrenadores que ya han tenido hasta ahora han sido capaces de cambiar el chip de unos futbolistas hundidos mentalmente y sin la actitud necesaria para competir en Primera División y pensar que salvarse del descenso todavía es posible.
Tampoco hay nadie más que el presidente para poder tomar decisiones, pues el consejo de administración del Levante decidió prescindir también de todo el área deportiva del club la misma noche que confirmó el despido de Pereira, que había estado siete partidos en la Liga sin conseguir la victoria.
El panorama a nivel deportivo es desolador. Colista y a siete puntos de distancia de la zona de permanencia, el Levante tendría que ganar diez de los veintiún partidos que le quedan para tener unos guarismos que le acerquen a seguir un año más en la máxima categoría del fútbol español.
Lo más inmediato para el Levante es el derbi del próximo lunes en el Ciutat de València, en un partido marcado en rojo para la afición levantinista y que en caso de perder agudizaría más si cabe la crisis deportiva de un equipo que cerrará la primera vuelta el 3 de enero de 2022 ante el Villarreal en La Cerámica.