Si hay algo que ha caracterizado al Levante UD desde la llegada de Mehdi Nafti eso es, sin duda, la intensidad del equipo sobre el terreno de juego. A pesar de que los resultados no terminan de llegar en Orriols, con tan solo dos victorias en siete jornadas, los granotas han demostrado que no se dejarán pisar por los rivales en lo que a carácter se refiere. Sin embargo, esto puede terminar costando caro a los levantinistas, pues todavía no conocen lo que es terminar un partido sin ver, mínimo, una cartulina amarilla.
En la primera jornada contra la SD Huesca, el Levante vio un total de cuatro cartulinas amarillas, además de la roja directa a Brugué. En el siguiente duelo ante el Zaragoza, los de Nafti alcanzaron su mínimo con tan solo una amonestación, aunque en la tercera jornada contra el Tenerife en el Ciutat volverían a ver tres tarjetas.
El partido en el que los azulgranas vieron más tarjetas fue en la jornada 4 ante el Oviedo, cuando el Levante recibió un total de seis amarillas, más otras dos que supusieron la expulsión de Pepelu. Algo parecido sucedió contra el Villarreal B en Orriols, con cinco amonestaciones más otra doble sanción que finalizó con Nafti viendo el partido desde la grada.
Por último, en las dos últimas jornadas el Levante vio dos cartulinas frente al Cartagena en un duelo que supuso la única derrota hasta el momento para los azulgranas, mientras que el pasado domingo recibieron tres amonestaciones frente al Burgos.
Con esto, el conjunto granota es el equipo que más amarillas acumula en LaLiga SmartBank, con un total de 24 en su casillero personal, seguido de cerca por la Ponferradina, con 23. Así pues, los valencianos deberán tratar de frenar a tiempo si no quieren perder jugadores de cara a próximos encuentros, aunque el propio Nafti afrimaba hace unas semanas que prefiere "un equipo así que un equipo apático. Se ve un equipo con ganas, pero la clave es encontrar el equilibrio y mantener nuestra llama sin desgastarnos con esas tarjetas".