El mundo entero conmemora este miércoles, 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer. El Levante UD no ha querido ser menos, y es que en este día tan especial para todas las granotas, en Orriols se ha demostrado que 'orgull granota' se escribe en femenino. Es por ello que desde la entidad azulgrana se ha presentado la historia de Rosa Peidró, la abonada levantinista número uno en vida.
"Cojo el autobús de línea, y bajo al final con mi bastón. Voy despacio y, si es pronto, me siento en la iglesia que hay (al lado del Ciutat de València), hasta que veo que es la hora, para volver a andar un poco. Yo siempre que puedo, voy. Cuando no voy ahora es cuando es a las 21.00 horas, porque yo soy mayor y si me constipara los hospitales están llenos, faltaría que entrara yo (ríe)". Así es como llega Rosa Peidró cada jornada a ver a su Levante, en una historia de amor que ya dura innumerables décadas.
Y es que, a sus 91 años, Rosa conserva el amor por el Levante UD tal como lo sintió el primer día. "Tengo el pase y mi hijo me dice mamá eres el ocho, luego el seis, y luego mi hija me dice que tenía el uno. Yo digo, ¿el uno? Bueno, mientras podamos contar, contaremos con el uno", narra la granota.
Este amor, además, fue heredado de su propia madre, volviendo a demostrar que la historia granota está rodeada por afición femenina. "Mi madre era demasiado, es que dormía con la idea de ir al campo. Teníamos un bar e iban allí, y ahí es cuando mi madre empezó a ir al Levante. Entrábamos allí, nos sentábamos a ver el partido. Pero pasaron años y años y entonces me puse a festear con mi marido. Casualidades o no, él era del Levante", cuenta Rosa con una sonrisa.
Además, la pasión por el Levante no entiende de distancias, y es que Rosa cuenta que ha acudido a todos los partidos que le han sido posibles. "Nosotros no nos hemos dejado ninguno. Cuando hacían autobuses, siendo ya viudas, éramos cinco mujeres y nos apuntábamos nosotras. Quedábamos para irnos con el coche, no me he dejado ninguno. El que más me gustaba era Casteli".
Por último, los familiares de Rosa dejan algo muy claro: su vida es el Levante UD. "Es que es su vida. Su vida empezó con el Levante y ella lo ha seguido manteniendo. Está super pendiente de él, de noche, de dñia, lo que pasa, el entrenador, los jugadores, quién ha fichado o no... Está muy pendiente, es su vida", comenta su hija, Rosa Montijano.