El final de la temporada se encuentra a la vuelta de la esquina y el Levante UD se encuentra sumido en plena lucha por alcanzar los puestos de ascenso directo, algo que se le está complicando tras acumular tres jornadas sin conocer la victoria. Los granotas, que actualmente ocupan la cuarta posición en la tabla, afrontan ahora diez finales en la lucha por regresar a la máxima categoría del fútbol español, siendo tres de ellas duelos ante rivales directos.
El primer partido que deberá afrontar el Levante será este mismo sábado contra el Racing de Santander en El Sardinero. Se trata de un rival que ya cambió el rumbo de los granotas en la primera vuelta, pues su victoria en el Ciutat provocó la destitución de Mehdi Nafti y la posterior llega de Calleja a Orriols.
Acto seguido los azulgranas recibirán al Zaragoza en el Ciutat de València, equipo que se encuentra en plena pelea por no bajar a la zona roja de la clasificación. Tras este partido, en la jornada 35, llegará uno de los platos fuertes del final de la temporada, pues el Levante se desplazará hasta Ipurúa para enfrentarse al actual líder de la categoría, el Éibar, en el primer duelo directo por el ascenso.
Tras enfrentarse a los armeros en un duelo clave, el Levante recibirá al Mirandés en Orriols, el equipo contra el cual empezó la reacción de los azulgranas tras la salida de Nafti. La siguiente semana también llegará otro de los platos fuertes, pues los azulgranas se enfrentarán a Las Palmas a domicilio, siendo este otro de los duelos directos por el ascenso.
La intensidad no se rebajará para los levantinistas, que en la siguiente jornada recibirán al Alavés, otro rival directo, en el Ciutat, y ante el cual los del Calleja tienen el gol-average ganado debido a la victoria por 0-2 obtenida en Vitoria. Por último, en las cuatro jornadas restantes, los azulgranas se enfrentarán a Tenerife, Ibiza, Villarreal y Oviedo, por lo que el ascenso se podría obtener en Orriols ante el mismo rival con el que ya se logró en la temporada 2016-2017.