No había lugar a dudas. El Levante UD afrontaba el partido más importante de la temporada, de esos en los que ya no hay nada más allá, y el Ciutat de València está a la altura como el resto de la temporada. Atronador. Pocos son los adjetivos con los que se puede definir un ambiente que sigue siendo de Primera División a pesar de la categoría en la que juegue el conjunto granota. Así, incluso desde el recibimiento hora y media antes del partido, el levantinismo enseñó el camino. "Como en el 63", rezaba una de las pancartas como complemento del tifo lleno de banderas de la Comunitat y azulgranas. Y se le escapó en un final agónico con gol de penalti de Villalibre en el 127.
En las horas previas, se anunció un lleno hasta la bandera. Casi 24.000 aficionados abarrotaron los alrededores del coliseo levantinista. Primero en la Fan Zone, luego con un vibrante recibimiento y después en los minutos previos a la cita. Himno del Levante UD, ánimos a la altura del volumen de la megafonía y corear a los suyos cuando se les anunciaba tanto como dejar algún silbido a jugadores del Alavés o a Luis García Plaza.
Con todo, la afición hizo valer el factor campo. Tanto que en pleno bufandeo por el minuto 19:09 Joni Montiel provocó una falta cerca de la frontal del área. Sería el germen de la primera ocasión clara que no pudo enganchar Vezo. Hasta la prórroga: la afición no falló y acompañó a los suyos en un sufrido encuentro.
Aquel "como en el 63" hace referencia a una de las fechas más relevantes del club. Un mismo día de junio, pero de 1963, el Levante UD conseguía el ascenso tras ganar al RC Deportivo de la Coruña. Después de un siglo XXI siendo un habitual en los estadios de Primera, se ha formado un ambiente propio del que podría ser el sexto ascenso en la historia del club.
El Ciutat ya tiene cierta tradición viendo ascender a su equipo. Lo hizo en 2010 y también en 2017, en una victoria ante el Real Oviedo, eso sí, con más margen. 2023 puede ser la próxima y ningún aficionado granota se quiso perder la cita.