Cruel, muy cruel. El Levante UD tuvo el ascenso y se le escapó en los instantes finales del choque ante el Deportivo Alavés. Toda la temporada 2022-2023 en once metros que separaban a Villalibre de Joan Femenías. Los de Calleja lo intentaron incluso después del tanto; pero no había consuelo para el club, que no podía permitirse fallar. Y la afición lo sabe. No es la primera vez en los últimos años que el levantinismo consigue sumar y crear un ambiente realmente complicado para los rivales. No obstante, el objetivo no se consiguió cuando el club lo había echado casi todo a una carta aplicando en los jugadores gran parte de la compensación económica tras el descenso. El plantel no podrá ser el mismo. A pesar de los pesares, hay notas positivas, más allá de una afición que estará siempre. Jugadores como Pepelu o Marc Pubill encarnan el próximo proyecto del club granota.
Es inevitable. Al contrario que en 2017, el Levante repetirá año en Segunda División. Y situaciones como las de Real Zaragoza, Real Sporting, Tenerife o -en el peor de los casos Málaga- vienen a la memoria. Ser un habitual en la categoría de plata no entraba entre los planes del Levante actual. Por estructura y por masa social se antoja complicado acostumbrarse, pero hay mimbres. Mientras se dirime el futuro de los capitanes como Postigo o Iborra y otros veteranos del grupo -menos importantes-, los jóvenes como Brugui, Pubill, Pepelu, Pablo Martínez o Cárdenas serán los bases sobre las que construir un Levante mejor.
Situaciones como las de Real Zaragoza, Real Sporting, Tenerife o -en el peor de los casos Málaga- vienen a la memoria. Ser un habitual en la categoría de plata no entraba entre los planes del Levante actual
El conjunto de Javi Calleja demostró saber competir la promoción hasta que el VAR y unas manos entraron en juego. Todo el sufrimiento del mundo se transformó en tristeza. También para un técnico cuyo futuro sigue en el aire. A sabiendas que dos de tres resultados valían, el equipo completó un buen trabajo defensivo ante un Alavés que aprovechó la que tuvo cuando estaba terminando peor. De ahí que a Calleja se le pueda achacar el no ascenso, pero no el sacar partido de una plantilla que no confeccionó él.
No obstante, Calleja volvería a elegir a ejes del equipo como Iborra o Pepelu y a suplentes que rinden al máximo como Joan Femenías. El portero salvó un gol a chut de Miguel y en el rechace a Rioja en una doble ocasión clarísima justo después del descanso.
El Levante se quedó a las puertas. Pepelu tuvo un larguero en el 120 para dar el ascenso a su equipo. En ese levantinismo, el que también transmiten los capitanes del vestuario, está el éxito del futuro Levante. Porque si se tratara de su afición, el Levante ya estaría en Primera.
A falta de conocer cuál es la transición en la plantilla del choque económico que provoca no ascender del tirón, la gran noticia del Levante es que conserva a parte de sus jugones. Ofertas apetitosas pueden llegar, pero De Frutos, Joni Montiel y Brugué han sido felices en Orriols. El primero y el tercero están bien atados, mientras que el Rayo Vallecano va a tener que tomar una decisión sobre el segundo. Si cuadran financieramente y los puede mantener, será el mejor trío de enganches de la categoría.
Más allá de lo que depare el mercado y/o los posibles cambios a nivel interno del Levante UD, hay mimbres y nombres para la reconstrucción. El objetivo es el mismo que en el junio pasado: volver a celebrar un ascenso.
No creo que excepto brugui y pablo, porque han estado lesionados, ninguno de estos jugadores esté el próximo año en segunda. Cardenas, Pepelu, Pubill,De Frurtos, Montiel, jugaran en primera.