El Levante-Zaragoza de esta tarde en el Ciutat es un choque con objetivos opuestos que servirá además para que Felipe Miñambres y Víctor Fernández vuelvan a coincidir en el campo después de que el segundo dirigiera en el Tenerife en la temporada 1997/98 al actual técnico-director deportivo granota.
Su presente en los banquillos es por circunstancias, ya que Felipe volvió a bajar al césped después de la destitución de Calleja tras el 0-0 en Ferrol y Víctor Fernández, sin entrenar desde 2020 y también en el Zaragoza, tomó las riendas del equipo de su vida hace menos de un mes con el objetivo de evitar complicaciones clasificatorias y que no se enreden en una temporada que ha ido de más (hasta fueron líderes) a muchísimo menos.
Víctor Fernández inició esta nueva travesía en la entidad blanquilla el 7 de marzo con derrota ante el Espanyol y tras ese 0-1 en casa ha encadenado cuatro puntos de los seis siguientes, con empate contra el Mirandés (0-0) y victoria frente al Tenerife (3-1). Felipe Miñambres, después del interinaje del curso pasado a la llegada de Javi Calleja, se estrenó en esta segunda etapa con derrota en Oviedo y posteriormente ha ganado dos partidos y ha empatado otros tres.
El apretón de manos entre estos dos veteranos del fútbol nacional servirá para recordar su añeja etapa en el Tenerife de finales de los noventa. Tras la salida de Jupp Heynckes del banquillo del Heliodoro, el conjunto insular, con Sergio Ballesteros y Alexis Suárez de compañeros de vestuario de Felipe, contrató a Víctor Fernández para el inicio de la temporada 1997/1998.
La experiencia no salió bien, porque después de las diez primeras jornadas, con tres victorias, dos empates y cinco derrotas, el Tenerife despidió al míster aragonés. Fue un curso con tres preparadores y posteriomente llegaron García Cortés, Artur Jorge y Lillo, que lograría la permanencia.
Felipe Miñambres, que por aquel entonces era uno de los líderes en el terreno de juego, fue titular en ocho de esos diez partidos de Víctor al frente del equipo. Lucía el ‘10’ y era su novena temporada en el Tenerife. En la siguiente puso punto y final a su etapa como futbolista.
Aquel curso posterior (1998/1999) se saldó con el descenso del Tenerife a Segunda. En el siguiente tuvo un efímero paso por el banquillo canario, siendo de puente entre la destitución de Sandreani y la llegada de Castro Santos. A sus 34 años se sentó en la octava jornada en el Heliodoro Rodriguez López frente al Eibar (1-1).
Antes de coincidir en el día a día del Tenerife, Felipe se había enfrentado en más de una decena de ocasiones al Real Zaragoza, equipo al que dirigió Víctor Fernández entre 1990 y 1997. En todo este tiempo con ambas escuadras en Primera División.
Posteriormente a este camino bajo el mismo escudo, las carreras de Felipe y Víctor se separaron. El primero inició su andadura en los banquillos, de Hércules, Salamanca, Alicante, Lleida y Rayo Vallecano, antes de esta dualidad de funciones en Orriols, hasta consolidar su figura de director deportivo al frente de Rayo, Celta y ahora el Levante. Mientras que el hoy rival siguió con su carrera en los banquillos en el Celta de Vigo, Real Betis y Deportivo de la Coruña, además de sus experiencias fuera de España en el Porto (Portugal) y Gent (Bélgica), y su trayecto profesional en la cantera del Real Madrid entre 2015 y 2017.
La historia de Víctor Fernández estará ligada para siempre con el Real Zaragoza. El pasado 11 de marzo dio comienzo a su cuarta etapa en la entidad de La Romareda, un ejemplo de fidelidad a un club al que ha dirigido en cuatro décadas diferentes. Es el que más partidos ha dirigido en toda la historia de la institución (422) divididos en sus cuatro etapas.