Los protagonistas de la revolución de un Levante que apunta al play-off de ascenso

Felipe Miñambres repitió once por primera vez desde que arrancó esta segunda etapa como entrenador del Levante. Futbolísticamente, como el propio técnico astorgano explicaría en rueda prensa, hubo fugas, sobre todo mucha imprecisión con balón. “Tenemos que corregir muchas cosas”, manifestaba el técnico, que no se dejó llevar por la euforia tras haber saldado con victoria otro partido de manera épica en el Ciutat de València.

Este Levante ha dado un giro de 180 grados en lo emocional. Siempre está en pie y está encontrando recompensa. Es ambicioso, cree y se lo cree. No obstante, ante el Real Zaragoza, todavía no se vislumbró ese salto que reclamaba el propio Miñambres en la rueda de prensa previa. “El mínimo exigible lo estamos dando, estoy contento, por la dinámica positiva. Estamos bien, pero necesitamos estar mejor”, explicaba antes de recibir en el Ciutat a la escuadra de Víctor Fernández.

Con Felipe, el mensaje está calando. Es un Levante más valiente y ambicioso. Pero todavía no es suficiente para estar entre los seis primeros. El camino está trazado y, aunque quedan solamente ocho jornadas, es el momento de evolucionar con la posesión y comprender que ahora vendrán rivales que obligarán a tener paciencia y no precipitarse. Sin ir más lejos, un Amorebieta que ha resucitado desde la llegada de Jandro y que no dejará tantas espacios para salir, desplegarse y explotar las virtudes granotas.

Las valores que brillan en el equipo

En ese crecimiento en estas últimas jornadas, el Levante se ha edificado alrededor de ‘7 Fantásticos’. De ellos, hay dos que sobresalen por encima del resto; los goleadores en el último triunfo ante el Real Zaragoza. Brugué y Dela han pasado de secundarios con Calleja a indiscutibles con Miñambres. «No me importan tanto los nombres como la actitud o cómo jueguen. Lo que me importa es su rendimiento y su implicación. Si estamos cerca de eso, estamos cerca de irnos a casa contentos con el rendimiento », aseguraba el astorgano en su comparecencia previa al encuentro contra el Andorra. El discurso del técnico ha calado en el vestuario, y tanto Dela como Brugué, se lo han tomado al pie de la letra, respondiendo a la confianza desde el banquillo.

Brugué, el comodín perfecto del Levante

El caso de Roger Brugué también es un triunfo del Ciutat. El levantinismo no daba crédito a cómo un jugador de sus características había sido tan desaprovechado hasta que hubo un cambio de dirección en el banquillo. Un futbolista de equipo, que se adapta a varias posiciones. Que es sacrificio, valentía, entrega, corazón y que además tiene gol, ya que ha marcado tres goles en los últimos cuatro partidos y asistió en otro, en el de Dani Gómez al Elche.

Brugué es un puro compromiso, incluso durante el ostracismo que atravesaba hasta el relevo a los mandos no bajó los brazos y no le hizo ni un por un segundo buscar una salida en el mercado de invierno. Porque su ilusión es jugar en Primera con el Levante, con quien tiene contrato hasta 2026. Ahora lleva más titularidades con Felipe (6) que con Calleja (4).

Junto a ellos, Andrés Fernández sigue aglutinando méritos para que su renovación hasta 2025 sea una realidad. Maras ha demostrado que su inactividad en el Deportivo Alavés no le ha pasado factura y se ha convertido en el complemento perfecto de un Dela imperial y goleador.

También en la retaguardia, Álex Muñoz es un ejemplo de profesionalidad y el responsable de este despegue con su arreón de corazón que forzó el penalti que supuso el inicio de la remontada ante el Elche. Andrés García ha vuelto más fuerte del calvario de la lesión que cortó su progresión, pero no le ha cortado las alas. Y, arriba, Felipe tiene mucha confianza depositada con Fabrício, a quien tras el último 2-1 le reclamó “sencillez” en la toma de decisiones en vez de intentar convertir cada acción en una “cosa extraordinaria”.