Aunque públicamente Felipe Miñambres repita que la principal urgencia en el Levante 2024/2025 está en defensa (sobre todo en el lateral izquierdo) por una cuestión numérica ya que hasta cinco jugadores concluyen su vinculación el 30 de junio (Capa, Álex Muñoz, Postigo y los cedidos Maras y Álex Valle), la figura del delantero ha adquirido también un papel prioritario en el primer proyecto de la era Julián Calero.
Y eso que los cinco que han concluido esta última temporada tienen contrato en vigor: Bouldini (2027), Fabrício (2027), Iván Romero (2026 + 1 opcional), Dani Gómez (2025) y Cantero (2025)... a la espera también de la evolución de Carlos Espí (2027 + 2 opciones) con la primera plantilla y que ha despertado el interés fuera de Orriols por su explosión esta última temporada. “Hemos hecho más goles, pero los han metido gente de medio campo y en defensa. Si el mercado nos da algo mejor de lo que tenemos lo intentaremos hacer. Algún jugador que ya se ha hablado nos daría una capacidad mejor. Antes de fichar eso tenemos que fichar defensas”, insistió Felipe en la presentación de Calero.
Al margen del regreso o no de Morales, el fichaje de un ‘9’ está señalado en rojo en la pizarra del Levante 2023/2024 y paralelamente se está trabajando para que la ‘operación salida’ tenga su foco también entre los delanteros. Salvo Iván Romero, que fue intervenido en mayo para corregir una lesión que le causaba inestabilidad del hombro derecho, ninguno de los otros cuatro delanteros tienen garantizada su continuidad la próxima temporada. Un “todos en venta” que se extiende al resto de las demarcaciones porque “no hay nadie imprescindible”, como así afirmó el propio Felipe.
Y uno de los esos nombres propios es el de Mohamed Bouldini, que ha estado en la rampa de salida en las últimas ventanas de fichajes. En la última semana del pasado mercado estival, el Al-Ahly, de la Premier League de Egipto, trasladó una propuesta de tres millones de euros para comprar a Bouldini, con un salario de 1,2 millones de euros netos por tres temporadas (más una opcional), pero el deseo del jugador era seguir en el Levante y no fue adelante la operación. Y en la última ventana invernal, el Granada llamó también a la puerta de Moha buscando un delantero a la desesperada para intentar evitar el descenso a Segunda. También el Getafe. Más recientemente, el nombre del delantero marroquí también ha sido vinculado con el fútbol saudí.
El ’22’, en su segunda temporada en el Levante, ha terminado como máximo goleador del equipo con ocho tantos. De nuevo Bouldini, al que le quedan tres temporadas más, vuelve a estar en el foco y su traspaso, además de la inyección económica que supondría, aligeraría una de las fichas más altas de la plantilla.
"Estamos en negociaciones para la venta de algún jugador", afirmaba Felipe Miñambres. Y en esa rampa de salida, uno de los que están en la pole es Bouldini, junto a otros como Pablo Martínez, al que el Valencia, entre otros, ha hecho un seguimiento durante esta temporada y, salvo giro radical, será uno de los traspasos que se llevarán a cabo, o el internacional Giorgi Kochorashvili, que, aunque el Levante ejecutó su ampliación de dos años (hasta 2027), la Eurocopa se convertirá en el escaparate perfecto para que el georgiano se muestre todavía más al planeta futbolístico.
Con Dani Gómez y Cantero, a los que le quedan un año más de contrato (acaban en 2025), la opinión y capacidad de convencimiento de Julián Calero será determinante. Con ambos también hay dudas por situaciones diferentes, pero si se quedan, el propósito es sacarles el máximo rendimiento posible. Sobre todo en el caso del segundo, totalmente defenestrado la pasada temporada en los planes de Calleja y Miñambres y que no quiere continuar. Por último, aunque se quedó sin marcar en 2024 y bajó sus prestaciones después de su impacto en la primera parte de la temporada (sobre todo de septiembre a diciembre), Fabrício es otro de los activos del mercado, con interés tanto de España como del extranjero.