La sonrisa de Julián Calero cuando se le preguntó en rueda de prensa sobre sus sensaciones al poder contar con Pablo Martínez, y acabar teniendo razón, suavizó ese deseo frustrado de haber pulido la plantilla con más argumentos en la retaguardia. Todo era imposible porque no cabían todos. El propio técnico era consciente de que "las circunstancias no eran fáciles" y, sin duda, que con el 'refuerzo' de Pablo, la plantilla tiene más fortalezas que debilidades.

Y es que Calero era el que más seguro estaba de la continuidad del centrocampista madrileño en la plantilla. "Quiero, espero y deseo que se quede. Está muy centrado en el equipo y le he hecho saber que si se queda va crecer muchísimo, porque intuyo un Levante en el que él pueda ser una pieza importante y consigamos cosas juntos", declaraba el míster en una entrevista en profundidad en El Desmarque. 

Aquellas palabras del 12 de agosto tuvieron continuidad, sobre todo desde el momento que, para evitar correr riesgos en un hipotético traspaso, Pablo Martínez pasó a un segundo plano y no formó parte de la expedición para el estreno en Gijón. "En la vida siempre hay que tener esperanza. Mientras no me digan que no es jugador nuestro, sigo confiando en que pueda quedarse", afirmaba tras la conquista de El Molinón. Y en este serial que ha sido la continuidad de Pablo, el míster siguió firme en su posicionamiento en la previa del encuentro ante el Cádiz de Paco López: "Sigo pensando lo mismo, quiero que se quede. Hace justo una semana iba a salir ya y aquí sigue, por tanto es un jugador mío; la lástima es no poder contar con él a día de hoy".

Pablo Martínez está "metido, seguro y convencido"

Y Pablo Martínez se ha quedado y, como manifestó el míster, está "metido, seguro y convencido de que puede echar una mano". Peo también, el preparador de Parla es consciente de que el jugador ansiaba jugar en Primera, que tuvo equipos que le siguieron la pista, pero ninguno se acercó a las peticiones del Levante. En Eibar, Pablo podrá dar continuidad a esas magníficas sensaciones que plasmó en pretemporada. Fue el mejor y puso la guinda a un ciclo de amistosos sin derrotas (cinco victorias y dos empates) con un golazo al Elche, que permitió al Levante llevarse el quinto trofeo Festa d'Elx en su octava participación. Y regresa al primer plano con el quinto dorsal en la espalda en cinco temporadas. Ha llevado el '36' (2019/2020), el '25' (2021/2022), el '6' (2022/2023), el '10' (2023/2024) y ahora lucirá el '23'. 

Iborra y todo lo que genera en el vestuario

La presencia del nuevo '23' es una de las novedades de una expedición que, por fin, ya está al completo tras el cierre de un mercado de fichajes angustioso. Con Pablo, también con Iborra, con todo lo que genera en el vestuario, y con Diego Pampín, tres de los cinco que tuvieron que esperar hasta el último día para ser inscritos. También está Alfonso Pastor, que al final fue registrado con 'ficha B'. Por primera vez, los cuatro capitanes (Iborra, Pablo Martínez, Morales y Andrés Fernández) están disponibles. Más madera para un equipo que ilusiona. Con una nueva identidad que se ha traducido en cuatro de los primeros seis puntos. La victoria en El Molinón corroboró que lo de pretemporada no fue casualidad y ante el Cádiz de Paco López, una actuación portentosa de David Gil, guardameta visitante, impidió que en el casillero granota no brillara un pleno.

Con Pablo Martínez, Vicente Iborra y Kochorashvili en la plantilla definitiva, además de la revolución que ha generado Carlos Álvarez, este Levante transmite y está preparado para seguir evolucionado y acabar con la maldición que arrastra el conjunto granota en Ipurua. En sus diecinueve visitas (entre Primera, Segunda y Copa del Rey), el Levante solamente ha sumado una victoria. Fue el 10 de mayo de 2021, en el último precedente entre ambos en la máxima categoría, y se saldó con un solitario gol de De Frutos (0-1). El balance restante es de nueve empates y nueve derrotas. Este Eibar, también con cuatro puntos, también tuvo un cierre de incorporaciones con actividad, aunque en su caso reforzando la plantilla con Toni Villa, Aritz Arambarri y el japonés Kento Hashimoto.