Juan Carlos Unzué, sustituto de Eduardo Berizzo en el banquillo del Celta de Vigo, se está esforzando en sus primeros días como técnico celeste en instaurar un cambio en el sistema defensivo utilizado por el argentino en su etapa en Balaídos.Los marcajes individuales caracterizaron al Celta de Berizzo. Fueron tres años en los que los aficionados se acostumbraron a ver a Mallo y Jonny perseguir por todo el campo a sus rivales; a ver a un mediocentro como Radoja defender en el lateral derecho o a centrales como Cabral o Fontás obligando al delantero centro a caer a la banda para intentar zafarse de su asfixiante marca.
Convencer a la plantilla de la mejoría que supondrá la vuelta a la defensa en zona es el desafío de Unzué en estas primeras semanas. Uno de los pesos pesados del vestuario, el lateral Hugo Mallo, no esconde que es "el mayor cambio" respecto al curso pasado.
"Es una tarea difícil porque llevábamos tres años adaptados a ese sistema de marcas individuales, pero vamos poco a poco, pasito a pasito", explicó el capitán, para quien la apuesta de Unzué por salir jugando desde atrás supondrá otro de los retos: "Todos los entrenadores quieren tener el balón, lo que estamos cambiando es cómo tenerlo. Ahí está la diferencia".
"El año pasado se trabajaba más la fuerza y ahora se trabaja más con el balón. Es un cambio que nos gusta porque el futbolista al final lo que quiere es estar en contacto con el balón. Aún así, intentaremos aprovechar muchas cosas que nos quedan de Berizzo, igual que él se aprovechó del trabajo de Luis Enrique", añadió Mallo.
De su nuevo entrenador, con el que ya había coincidido cuando fue ayudante de Luis Enrique Martínez en el Celta, el lateral gallego destacó el "aplomo" que ha adquirido tras su paso por el FC Barcelona.
"Veo al míster con mucho más aplomo. Viene de un equipo como es el Barcelona y eso se nota en el día a día, en las tareas que hacemos en el campo y sobre todo en cómo explica los ejercicios y te los explica", sentenció.