El Atlético de Madrid aprovechó el pinchazo del Barcelona, que empató 2-2 ante el Celta con una gran actuación de Iago Aspas, y se subió al tren de la Liga tras conseguir una victoria sufrida contra la Real Sociedad (2-1) que resolvió Antoine Griezmann a falta de dos minutos para el final. Además del Barcelona, también falló el Real Madrid, que no pasó del empate sin goles en San Mamés. El Atlético, a seis puntos de distancia del Barcelona, se reenganchó a la Liga.
El cuadro rojiblanco sufrió muchísimo para conseguir los tres puntos ante la Real Sociedad. Estuvo a punto de perder la oportunidad de recortar distancias con el Barcelona, pero un gol de Griezmann en el minuto 88 colocó el 2-1 definitivo en el marcador para acabar con la incertidumbre.
Antes, el brasileño Willian José, abrió el marcador en la primera parte con un tanto de penalti para hacer su séptimo tanto en LaLiga Santander. Además, certificó el dominio de equipo, que casi dio un monólogo hasta el minuto 29, cuando el portero esloveno Jan Oblak derribó a Mikel Oyarzabal para provocar la pena máxima transformada por Willian José.
Fue el premio justo a un equipo que gozó de múltiples ocasiones para adelantarse, pero también supuso el punto y final al dominio de la Real Sociedad. El equipo de Diego Simeone se quitó de encima la modorra y comenzó a generar ocasiones protagonizadas casi todas por un errático Ángel Correa. El argentino, falló tres clarísimas. Entonces, aparecieron el brasileño Filipe Luis primero y Griezmann al final para, por fin, aclarar el camino del Atlético de Madrid que ganó y convenció a medias para ponerse a seis puntos de distancia del Barcelona.
Los hombres de Ernesto Valverde no pudieron con el Celta, que con Iago Aspas al frente, asaltó el Camp Nou para dar emoción al campeonato. El delantero del conjunto gallego fue un auténtico incordio para el cuadro catalán y por su culpa, el Barcelona se dejó dos puntos por el camino.
Aspas se encargó de marcar el primer gol del partido pese al paradón escandaloso del portero alemán Marc-André ter Stegen, que antes rechazó con el pie un disparo a bocajarro del uruguayo Maxi Gómez. Después, dio una gran asistencia que incluso provocó la lesión de Umtiti y dejó sentado a Jordi Alba antes de ceder el balón a Maxi Gómez, que hizo el definitivo empate a dos.
Entre los dos momentos protagonizados por Aspas, aparecieron Lionel Messi, primero, para marcar después de cuatro jornadas de sequía, y Luis Suarez, después, que volvió a ver portería tras su doblete en Leganés hace un par de jornadas. El Barcelona pudo conseguir una ventaja más amplía, pero Rubén también jugaba y evitó con un par de buenas intervenciones la victoria azulgrana. Entre Iago Aspas y el portero del Celta, amargaron la tarde al Barcelona.
El camino del Barcelona lo siguió el Real Madrid. Parece que el equipo de Zinedine Zidane no quiere la Liga. No para de cometer errores y esta vez falló en San Mamés. Definitivamente, parece que el gol se le atasca al conjunto blanco, que no encuentra la manera de explotar en esa faceta.
Cristiano Ronaldo dispuso de muchas oportunidades, con un tiro al palo incluido, y Karim Benzema, más desdibujado que su compañero, también chocó en la primera parte con el poste. El Real Madrid, muy previsible, no pudo llevarse la victoria a base de individualidades y seguirá en la cuarta posición.
El Athletic, por su parte, que todavía estaba sonrojado por la eliminación del Formentera en Copa, tampoco ofreció una imagen fiable. Mucha lucha, pero poco juego. Por lo menos, las ganas que pusieron sobre el campo los jugadores del cuadro vasco sirvieron para aliviar el dolor copero con un empate de mérito que no le hace salir de la zona baja de la tabla.
Antes, en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán, el Sevilla logró su tercera victoria consecutiva a costa del Deportivo, que ofreció una imagen bastante pobre con la que acabó la jornada en la última posición antes del descenso, la decimoséptima.
Parte de culpa la tuvo Nolito, que aunque no marcó, firmó un buen partido con las dos asistencias al francés Wissam Ben Yedder y al danés Michael Krohn-Delhi. Ambos goles fueron simbólicos. El primero, porque lleva una gran racha anotadora tras marcar dos tantos al Liverpool, otros dos al Cartagena y otro al Deportivo.
Mientras, Krohn-Delhi, que ha vivido un calvario con una lesión de larga duración, volvió a marcar después de meses sin hacerlo. Su último gol databa del 4 de febrero de 2016, cuando hizo un tanto al Celta. Desde entonces, no había tenido la oportunidad. El Sevilla, con esta victoria, se mantiene en la zona noble de la clasificación y sigue en la pelea por acabar entre los cuatro primeros del torneo. Además, ha convertido al estadio Ramón Sánchez Pizjuán en un búnker inexpugnable: todavía no ha perdido como local en 2017.