Desborde, explosividad y chispa: el mejor revulsivo se consagra en Osasuna
El canterano rojillo Kike Barja marcó este sábado su primer gol en Primera División con CA Osasuna que sirvió para dar a su equipo tres puntos de oro ante un rival directo como el Alavés.
El de Noáin salió en el minuto 67 como revulsivo para tratar de cambiar la inercia de un encuentro que hasta entonces fue trabado, con pocas ocasiones de gol y en el que el miedo por perder fue lo que frenó las intenciones de ambos equipos.
Con su entrada, Jagoba Arrasate buscó mayor desborde, explosividad y chispa de cara al tramo final con el veloz número 11. Corría el minuto 76 cuando Roberto Torres se inventó un magistral regate que acompañó de un buen centro al segundo palo.
Un oportuno Barja aprovechó el regalo para, con algo de fortuna, meter el esférico en la portería defendida por el guardameta babazorro Fernando Pacheco. La importancia de la victoria y la alegría de todos sus compañeros por su primer gol en LaLiga Santander hizo que lo celebrasen como lo que son, una piña.
Kike Barja se afianza en Osasuna
Más allá del gol de ayer, Barja está cuajando la temporada de su consagración en la primera plantilla de Osasuna. Su entrenador cada vez confía más en él y esta campaña ha disputado 22 encuentros de 25 posibles, en los que ha conseguido otorgar un registro diferente al juego del equipo.
Tras su debut en Primera en el año 2017 ante el Sevilla, el joven de 23 años no pudo hacer un buen curso el año pasado en el regreso de Osasuna a la máxima categoría. La rotura del ligamento que sufrió en julio de 2019 y la apendicitis en febrero de 2020 no le permitieron comenzar su temporada hasta el 8 de marzo frente al Espanyol.
En la 20/21 las lesiones le están respetando y su entrenador le está dando una confianza que el jugador se está ganando a base de esfuerzo y perseverancia.
Barja posee ADN rojillo, algo muy aclamado por una hinchada que hasta hace un año acudía a El Sadar para animar a los suyos.
Osasuna ya ve más cerca el objetivo de la permanencia gracias al granito de arena que ayer puso el navarro para llenar la mochila de su equipo con 28 puntos a 7 de los puestos de descenso que ahora mismo marca el Valladolid.