El CA Osasuna sumó ayer ante el SD Huesca su segundo empate a cero consecutivo, dato poco halagüeño si además se tiene en cuenta el único tanto que llevan los navarros en las cinco últimas jornadas.
Los encargados de prender las mechas de los cohetes que estallan en Tajonar por cada gol que logran cuando vencen se han quedado las últimas semanas sin disfrutar de una tradición con la que se suele arrancar la primera sesión.
El sábado, frente al conjunto altoaragonés, Osasuna no tiró entre los tres palos durante la primera mitad. El miedo por caer en casa de un rival directo por la permanencia hizo que los hombres de Jagoba Arrasate se aplicaran en defensa comandados por Aridane y David García, dos jugadores que sostuvieron los intereses rojillos con solvencia y gran contundencia.
El técnico vasco optó por el bonaerense Jonathan Calleri como único delantero. El argentino luchó como siempre, sin encontrar ocasiones claras salvo un disparo que interceptó sin mayores problemas el exjugador de Osasuna, Andrés Fernández.
Sus dos acompañantes, Kike Barja y Jony tampoco tuvieron su día. El canterano se entregó como hace siempre y contó con una clara ocasión de cabeza que desbarató el guardameta rival. El asturiano sigue sin mostrar la velocidad y el nivel que todo el mundo tenía en mente cuando llegó en verano a Pamplona. Las lesiones y la falta de continuidad se están interponiendo en su vuelta a España tras su experiencia en Italia.
Hacía varias temporadas que Osasuna no tenía un banquillo con tantos futbolistas ofensivos. Adrián, Rubén García, Gallego, Budimir, Torres y el argentino Chimy Ávila aguardaron su oportunidad sentados en la grada de El Alcoraz.
Osasuna va sobre el camino marcado si se atiende a los puntos. 30 unidades en 28 jornadas a falta de 10 para el final de la competición. El suspenso viene con los goles. Los pupilos de Arrasate tan solo han podido convertir 23 en las 28 fechas disputadas, un pobre bagaje que deberán mejorar si no quieren verse en problemas en último mes de campeonato.
Los navarros no han podido marcar en 12 partidos de 23 en esta LaLiga Santander marcada por la exigencia física.
La temporada pasada, Osasuna llevaba 35 goles a estas alturas, cifra muy superior a la actual. Lo cierto es que Arrasate ha cambiado en cierto modo el juego atrevido y vertical de la campaña pasada por uno más conservador.
Real Madrid, Athletic de Bilbao, Cádiz, Atlético de Madrid y Real Sociedad serán los cinco últimos choques en los que tendrán que lidiar frente a rivales que luchan por el campeonato, entrar en competiciones europeas y el descenso. Casi nada.
Osasuna disputará este jueves ante el Eibar un partido amistoso en el que el Chimy Ávila podría contar con minutos con el objetivo de enchufarse lo antes posible y así ayudar a su equipo en el tramo final con lo que mejor sabe, haciendo goles.
Arrasate cuenta con dos semanas para preparar el duelo ante el Getafe que jugarán en El Sadar tras el parón por selecciones que servirá para ajustar aspectos del juego y afinar la puntería de cara a puerta.