Con la permanencia prácticamente en el bolsillo, la dirección deportiva y el cuerpo técnico de CA Osasuna -con la temporada cerca de su fin y con la proximidad del mercado de fichajes para intentar mejorar una plantilla que se ha visto afectada por la acumulación de partidos, debido a la crisis de la covid-19- deberá valorar a partir de ahora la situación de futbolistas como Adrián López, Rubén Martínez y el argentino Facundo Roncaglia, únicos jugadores del equipo que terminan contrato el próximo 30 de junio.
El defensa argentino, de 34 años, contó con gran protagonismo durante los primeros meses de competición, en los que se hizo con el lateral derecho en detrimento de un Nacho Vidal al que le costó encontrar su mejor versión.
Su lesión muscular ante el Almería en la Copa del Rey el 27 de enero forzó al club a buscar un jugador para ocupar su puesto al pensar que su regreso a los terrenos de juego esta campaña era complicado. Finalmente, Roncaglia no pasó por el quirófano y trabajó duro para regresar hace cuatro jornadas ante el Elche, un partido en el que disputó 15 minutos.
La polivalencia del jugador y la confianza de Jagoba Arrasate hacen que sea posible su continuidad en Osasuna, aunque él tendrá la decisión final valorando qué es lo mejor para su carrera deportiva.
El caso de Rubén Martínez es completamente distinto. El guardameta gallego de 36 años (cumplirá 37 en junio) apenas ha jugado 188 minutos en lo que va de LaLiga Santander. Cayó lesionado el pasado 31 de diciembre y parece difícil que Osasuna apueste por él la próxima temporada.
Además, la gran temporada que está cuajando Sergio Herrera ha servido para que el portero burgalés se haya asentado de forma definitiva como el cancerbero titular. Juan Pérez, con buenas actuaciones en la Copa del Rey y el encuentro liguero ante el Huesca, está más que preparado para suplir a Herrera cuando su entrenador lo vea oportuno.
Por último, se encuentra Adrián López. El talentoso delantero llegó el año pasado procedente del Oporto para ofrecer a la hinchada rojilla buenos partidos en el regreso del equipo a la máxima categoría.
Su importancia ha decaído debido al gran abanico de posibilidades con el que cuenta Arrasate en las posiciones de ataque. Gallego, Budimir, Calleri y Chimy Ávila han ganado la partida a un López al que las lesiones y la falta de continuidad han privado de más minutos.
A sus 33 años, el experimentado jugador asturiano todavía atesora mucho fútbol en sus botas y no le faltarán novias si decide cambiar de rumbo.