El Celta de Vigo y el RCD Mallorca se miden este domingo en Balaídos con el reto de disipar las dudas que han dejado en el mes de febrero, en el cual los gallegos perdieron sus opciones de pelear por Europa y los bermellones se han complicado su continuidad en LaLiga Santander.
El Celta no pierde en Balaídos desde el pasado 5 de diciembre (1-2 ante el Valencia), pero de los últimos 15 puntos en juego sólo ha sumado seis, lo que le ha dejado casi sin objetivo por el que pelear, ya que la Liga Europa la tiene a 12 puntos y mantiene una renta de 11 sobre la zona de descenso.
El choque, por tanto, es de mayor trascendencia para los de Luis García Plaza, que no escondió su enfado con su equipo tras la última derrota ante la Real Sociedad (0-2), la tercera consecutiva tras caer antes con Valencia (0-1) y Betis (2-1).
El técnico Luis García Plaza, que no estará en el banquillo al cumplir su segundo y último partido de sanción, fue muy severo con sus futbolistas al declarar que tras el 0-2 se sintió "sorprendido y decepcionado" por el bajo nivel en la primera parte.
La crítica del preparador madrileño podría tener consecuencias en el once titular. Se prevén cambios después de que algunos jugadores quedaran señalados por su bajo rendimiento.
Es probable que el ghanés Idrissu Baba recupere un sitio en el centro del campo sustituyendo al eibarrés Íñigo Ruiz de Galarreta, baja por lo que resta de temporada al romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla izquierda. La segunda baja es la del meta Dominik Greif.
García Plaza, asimismo, podría incluir en la lista de convocados al internacional francés Clèment Grenier, de 31 años, ex del Olympique de Lyon, AS Roma y Stade Rennais, fichado precisamente para reforzar el mediocampo.
El Mallorca solo ha ganado en dos de las doce salidas realizadas hasta ahora (Deportivo Alavés y Atlético de Madrid); de 39 puntos en juego ha sumado 8 tras dos empates, ocho derrotas y las mencionadas dos victorias.