Luis García Plaza, destituido este lunes del cargo de entrenador del RCD Mallorca tras un año y medio al frente del equipo, afirmó que se marcha "con la conciencia tranquila", pero que entiende la decisión del club "porque esto es fútbol".
En una emotiva rueda de prensa celebrada este miércoles en el estadio Son Moix, García Plaza se despidió acompañado por el CEO de Negocios, Alfonso Díaz, el director de Fútbol, Pablo Ortells, jugadores del primer equipo, su cuerpo técnico, amigos y una treintena de aficionados que le esperaron a la salida para vitorearle y aplaudirle por todo su trabajo.
El técnico madrileño estuvo a punto de llorar en varias ocasiones mientras confesaba lo que sentía en esos momentos "muy duros", dijo, en su adiós de la entidad. Tras escuchar las palabras de agradecimientos de "todo corazón" de Díaz y Ortells por su trayectoria en el banquillo y de desearle "lo mejor en el futuro", García Plaza fue explicando, paso a paso, como se gestó su destitución.
"Me enteré (del despido) por la tarde a través de los medios de comunicación, el club no me había dicho nada. Todo el mundo me llamaba y fueron momentos muy duros por la incertidumbre, lo tengo que reconocer. Aquí he sido muy feliz, he trabajado muy a gusto cumpliendo los objetivos que nos marcaban. Me siento capacitado para sacar esto adelante pero ahora tengo que valorar lo que hemos hecho con el ascenso, la Copa del Rey. Estamos a un punto, a un empate de la permanencia y sé que los jugadores lo van a conseguir", subrayó.
"No tengo que entender mi cese, solo aceptarlo", respondió García Plaza a la pregunta de si le había sorprendido su destitución 28 jornadas después y en la primera ocasión en que el equipo cae a la zona de descenso.
"Yo me veía con fuerzas, la ilusión nunca la perdí. Cada día daba lo máximo y sé que este vestuario lo va a sacar. Deseo que la fortuna le sonría al que venga (probablemente el mexicano Javier Aguirre) y desde ya le brindo toda la ayuda que le pueda dar. Encontrará a un equipo más vivo que nunca y capacitado de sobra para lograr la permanencia", explicó.
García Plaza dedicó varios minutos a agradecer "todo el apoyo" de la gente que estuvo con él y negó que tras la última derrota ante el Espanyol se hubiera producido una "trifulca" en el vestuario: "Eso es mentira", zanjó.
"Desde el Leganés nunca me había sentido tan identificado con un club. Aquí fui feliz, me quedaré un tiempo con mi familia. He trabajado en cuatro países y sentía que este era mi sitio. Ahora soy un entrenador en el paro, no tengo nada, pero ya saldrá algo".
Con respecto a los factores que influyeron en la decisión del club de rescindirle su contrato que expiraba en junio de 2023, admitió que la racha de seis derrotas seguidas había influido.
"En esos partidos cometimos errores importantes, no hemos estado acertados, aunque salvo ante la Real Sociedad y el Madrid hasta el primer gol, no hemos sido inferiores. Pero el fútbol se decide en las áreas, no hay que darle más vueltas. Lo importante es que el equipo está en la lucha (por la permanencia) y llega vivo a las últimas jornadas", remarcó.