El Villarreal CF arranca la temporada con la intención de seguir la línea marcada por el técnico Unai Emery, que afronta su tercer año al frente del proyecto con el cambio de algunos jugadores de su segunda unidad y en el que espera la guinda de la llegada del argentino Gio Lo Celso, que ya jugó como cedido en la segunda parte de la pasada campaña.
Emery afronta este curso con el objetivo de estar más cerca de las plazas de la UEFA Champions League, a lo que se debe añadir la disputa de la Liga Conferencia con la intención de ganarla.
El técnico vasco ha perfilado una plantilla con una base muy reconocible, con jugadores como Juan Foyth, Raúl Albiol, Pau Torres, Ettiene Capoue, Dani Parejo o Gerard Moreno, que son los pilares en el equipo.
La idea del club ha sido la de rebajar nóminas y gasto, por lo que se necesitaba dar salida a una parte importante de la misma que contaba con sueldos de Liga de Campeones.
La operación salida que comenzó con los dos jugadores que acababan contrato, como fueron los casos del portero Sergio Asenjo y el defensa Serge Aurier.
Tras ellos, se marchó el lateral Rubén Peña, al que se le rescindió el contrato al no contar con sus servicios el técnico, fichando finalmente por Osasuna.
Tras esas salidas, el club cerró la marcha de tres jugadores históricos y de peso: Mario Gaspar, Moi Gómez y Vicente Iborra. Tres operaciones que liberan sueldos, pero que solo aportan 1,8 millones de euros.
Después de esas seis bajas, el club sigue con las opciones de dar salida a otros jugadores como Paco Alcácer, Boulayé Dia o Pervis Estupiñán.
En el capítulo de fichajes, las cosas han ido más lentas, ya que, al no haber grandes ventas, el club sigue pendiente de poder cerrar la llegada del refuerzo estrella para esta temporada: Gio Lo Celso.
El centrocampista argentino es el jugador que desea el club como gran refuerzo, pero el coste de la operación y la ficha del futbolista complican las negociaciones.
Mientras, la idea del club ha sido la de dar entrada a los jugadores que podían cubrir las salidas. El primer caso fue el de la llegada desde el Levante de José Luis Morales, un fichaje a coste cero que se hizo para apuntalar la línea de ataque.
El segundo fue el veterano portero Pepe Reina, quien regresa al Villarreal diecisiete años después a coste cero. Un fichaje de experiencia en la portería, con la idea de esperar a los jóvenes valores que vienen de abajo.
El tercer refuerzo como tal del curso es el lateral Kiko Femenía, que llega al club como sustituto de Mario Gaspar y por el que ha pagado cerca de un millón de euros.
Además, el equipo ha mejorado la plantilla con la llegada de jugadores cedidos o de la cantera, con casos como los de Álex Baena, Manu Morlanes y Jorge Cuenca, a los que se suma el joven delantero del filial Nico Jackson, que tiene muchas posibilidades de quedarse en el primer equipo.
¡Ya conocemos qué dorsales llevarán los jugadores del #Villarreal en la presente campaña 👀!
— Villarreal CF (@VillarrealCF) August 9, 2022