La ikurriña, la polémica de Osasuna y la ley: los símbolos que se pueden retirar y los que no en un estadio

La polémica saltó el pasado 14 de enero en El Sadar, en el Osasuna-Mallorca, cuando miembros de la seguridad del estadio retiraban dos banderas de la grada, una ikurriña y una de la Comunidad Foral de Navarra. El revuelo de las imágenes no se hizo esperar y acabaron siendo tendencia en redes. Unas semanas después, el Club Atlético Osasuna decidía suspender de empleo y sueldo a su director de seguridad, Luis Ariel del Molino, por motivo de aquella decisión, considerada como “muy grave” por el propio club.

En ElDesmarque hemos querido saber qué hay detrás de esa labor de seguridad, hasta dónde pueden retirarse símbolos, cuáles están expresamente prohibidos y qué potestad legal tiene esa seguridad del estadio para retirar cualquier emblema o bandera. Para ello hemos hablado con el coordinador de seguridad del Almería, club de LaLiga, para explicar cómo es la labor de seguridad con los símbolos y emblemas, y con un abogado experto en derecho deportivo para entender mejor el marco legal. Un marco legal que queda definido en España por la Ley 19/2007 contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte.

De entrada, entre los supuestos que define la Ley como conducta violenta en su artículo 2, esto dice sobre los símbolos. "La exhibición en los recintos deportivos, en sus aledaños o en los medios de transporte organizados para acudir a los mismos de pancartas, símbolos, emblemas o leyendas que, por su contenido o por las circunstancias en las que se exhiban o utilicen de alguna forma inciten, fomenten o ayuden a la realización de comportamientos violentos o terroristas, o constituyan un acto de manifiesto desprecio a las personas participantes en el espectáculo deportivo."

Veamos qué dicen los expertos sobre el caso concreto de las banderas retiradas en El Sadar.

¿Qué sucedió en el Osasuna-Mallorca?

El incidente se produjo el pasado 14 de enero cuando en la previa del Osasuna-Mallorca varios hinchas del equipo local desplegaron una pancarta de grandes dimensiones llamando a una movilización popular en Pamplona. Según publicó La Vanguardia, dicha pancarta no había sido avisada al club, tal y como exige la norma.

En esa labor de seguridad es donde se retiraron, además, otras muchas pancartas y banderas que nada tenían que ver con esa polémica. Entre esos símbolos, una ikurriña y una bandera de Navarra, en una secuencia que fue captada y subida a las redes por algunos aficionados. La imagen se hizo viral y acabó provocando que el Osasuna iniciara una investigación, la cual culminó en la citada suspensión del director de seguridad. Eneko Compains, uno de los aficionados a los que se les retiró la bandera, explicaba en su perfil de Twitter los sucedido. "Por supuesto, aunque lo pidas, nadie te da ningún papel, nadie justifica en disposición normativa alguna dicha medida. Es pura arbitrariedad. Te quitan la bandera y luego puedes recogerla al final del partido."

Así es la labor de la seguridad con pancartas y banderas en los estadios

Manuel Martínez es el director de seguridad del Almería y conoce a la perfección cómo es la labor de seguridad en el estadio durante un partido de LaLiga Santander. “La ley deja a criterio del coordinador de policía retirar cualquier elemento o simbología que pueda enfrentar a los aficionados”. Eso sí, reconoce que tal y como contempla la norma, es la seguridad del estadio la que debe retirar el símbolo. Si no pudiera, ya sí sería la policía la encargada de cumplir esa labor.

Además, Manuel Martínez asegura que llegado el caso de retirar un símbolo las fuerzas de seguridad deben informar al ciudadano de por qué se retira ese símbolo. Sobre la negativa de un aficionado a retirar un símbolo, asegura que podría conllevar la expulsión del estadio y una multa de entre 3.000 y 4.000 euros por desobediencia y hasta seis meses sin poder acceder a otros partidos.

Entre las causas más habituales para retirar símbolos, además de aquellos que están expresamente prohibidos, se encuentra el estar en zona de afición rival, no haberlo pedido con cuatro días de antelación, no cumplir la norma de las dimensiones (dos por tres metros) o no tener un certificado de material ignífugo. En el caso concreto de Osasuna, lo que sí reconoce Martínez es que el coordinador suspendido, Luis Ariel del Molino, es un profesional muy reconocido entre el resto de compañeros.

¿Qué dice la ley? Lo explica un abogado experto

Por su parte, el abogado Agustín Amorós, del bufete especializado en derecho deportivo Ruiz-Huerta y Crespo, considera que en este caso la seguridad del estadio probablemente se extralimitó. “No existe un catálogo o listado de los símbolos que se pueden exhibir o no, pero la ley sí dice que no se pueden introducir, banderas, emblemas o símbolos que inciten a la violencia o que amenacen o injurien por razón de origen racial, social o político”.

Sobre la potestad de retirar símbolos el abogado reconoce que esa tarea pertenece a la seguridad del estadio, normalmente privada y contratada por el club. Además, existe un coordinador de seguridad al que se puede consultar. Y sí, reconoce el abogado, la potestad de retirar símbolos recae sobre el criterio de la seguridad y depende de la decisión de la persona. "Es una cuestión de apreciación".

La retirada de símbolos que no inciten a la violencia podría derivar en una posible reclamación por parte del aficionado y así lo reconoce el abogado. Aunque, recuerda, la libertad de expresión está limitada en los recintos deportivos, ante el caso de retirarse una bandera que no incurra en ninguna de las prohibiciones de la ley, sí podría llegar a plantearse una vulneración de esa libertad de expresión. "Se podría reclamar la tutela de ese derecho", asegura. Agustín Amorós concluye con su valoración personal del caso concreto de la ikurriña en El Sadar: "En este caso, tratándose de una bandera oficial de una Comunidad Autónoma, se puede considerar que la ley excluye se pueda considerar que incita a la violencia. Se puede considerar que la decisión de prohibirla fue errónea".