El entrenador del Girona, Pablo Machín, lamentó, a pesar de la victoria ante el Alavés (1-2), que su equipo vio el encuentro "ganado antes de tiempo" y afirmó que se va "un poco enfadado" porque dejó "entrar en el partido" a su rival.El técnico señaló que aguantaron "bien la arrancada del Alavés en el inicio", lo que les dio "confianza" y les permitió competir "muy bien".
"Hemos intentado que el Alavés no se sintiera cómodo y hemos sido un equipo menos atrevido de lo que solemos ser para tener el equipo más junto y evitar su juego directo", admitió el preparador gerundense.
Preguntado por las posibilidades europeas, dijo que si ganan el próximo partido les dará "garantías para pelear por el ambicioso objetivo de luchar por Europa".
"Lo importante es no perder en estos dos partidos y luego dependeremos de los rivales, que están apretando", subrayó.
Sobre los numerosos cambios que hizo en el once inicial, aseguró que no va a ningún campo a dejarse ganar y que lo varió "teniendo en cuenta el partido" que tienen el domingo.
"Hacemos muchas cosas bien, pero siempre a partir de una intensidad que es innegociable", comentó.