En las últimas horas, Roman Zozulya, jugador del Albacete, acapara todas las miradas. Su presunta alineación ideológica supuso hace dos años que la afición del Rayo Vallecano rechazara su fichaje y, este domingo, en la visita de su equipo al estadio de Vallecas, escuchó como le gritaban desde la grada "los fascistas fuera de Vallecas" o"Roman Zozulya, puto nazi". Un hecho que terminó propiciando que el partido se suspendiera.
El deporte y la política no es un binomio que combine de manera satisfactoria. Ha quedado demostrado a lo largo del tiempo. El inicio de este disparatado asunto se remonta a agosto de 2016, cuando el internacional por Ucrania recala en el Real Betis procedente del Dnipro de su país natal. La camiseta que portaba el jugador a su llegada al aeropuerto de San Pablo es la causante de la problemática.
Por todos es conocido ya que Roman Zozulya es un patriota de pies a cabeza. Fiel admirador y amante de Ucrania, el polivalente atacante de Kiev se crió en una zona devastada por la guerra y la disputa de territorios. Tras la caída de la Unión Soviética a principios de los 90, los 15 territorios que la conformaban empiezan a constituirse como naciones independientes. Entre ellas figuran Ucrania y Rusia, enfrentadas geopolíticamente desde entonces.
Ucrania, país natal del protagonista, se declaró independiente el 30 de junio de 1991 para ser reconocida meses más tarde. Una región mermada económicamente que luchaba por recuperar el control. Bajo esta tesitura, el nacionalismo ucraniano y por tanto, la hostilidad al entorno prorruso es una muestra dual de lo que se vive en el país de futbolista hoy día.
El jugador del Albacete es defensor de los valores nacionales y vive activamente el proceso beligerante con Rusia. Es frecuente ver en sus redes sociales fotos con militares. Tanto es así que su identificación con la causa ucraniana le lleva a participar en la Narodna Armiya, una fundación para apoyar la presencia militar en la región prorrusa del Donbass, autoproclamada como independiente en 2014.
Zozulya colabora intensamente con esta ONG donando dinero y comprando incluso drones. El futbolista ha vendido trofeos cosechados en su trayectoria deportiva con el Dnipro además de la medalla de subcampeón de la Europa League de 2015 para conseguir fondos y apoyar a la causa.
Aquí es donde surge el primer problema. En la Narodna Armiya se incluyen miembros o simpatizantes de numerosos grupos o partidos de extrema derecha, entre ellos los más notorios son Svoboda o Pravy Sektor. Precisamente el logotipo del Pravy Sektor fue confundido con el escudo de armas ucraniano, oficial y reconocido, que lució Roman Zozulya a su llegada al aeropuerto sevillano. Además, su camiseta estaba acompañada por unos versos del poeta Taras Shevchenko, uno de fundadores de la literatura moderna ucraniana y visionario de la Ucrania moderna.
Los escritos del citado poeta se convirtieron en verdaderos himnos para el pueblo ucraniano, al que tanto admira Roman Zozulya. "Cuando muera, enterradme en una tumba entre la ancha estepa de mi Ucrania querida...", da comienzo uno de sus poemas más destacados. Por tanto, el futbolista nunca apareció en Sevilla con un distintivo de ultraderecha. A continuación se muestra el logotipo del Pravy Sektor, que incluye una espada de gran tamaño en el medio. Objeto que la diferencia del escudo oficial ucraniano que sí vestía Roman a su llegada a la capital andaluza.
El patriotismo de Zozulya le lleva en ocasiones a fotografiarse con miembros del ejercito ucraniano, tildado de estar integrado por personas de tendencia nazi o de ultraderecha. El que fuera líder y padre de esta ideología en Ucrania es Stepán Bandera, un activista político y de los más destacados personajes del movimiento nacionalista e independentista ucraniano. Bandera es una figura histórica polémica, honrada tanto por movimientos nacionalistas de la Ucrania contemporánea como por organizaciones de extrema derecha como las citadas anteriormente.
Tal y como se observa en el siguiente tweet, Zozulya llega a bromear en sus redes sociales con el parecido físico entre Bandera y él. Motivo, entre otros, por el que se tacha al futbolista de nazi.
Ох и похожи😂 pic.twitter.com/umJ2xsYVYT
— Роман Зозуля (@zozulyaroman18) December 1, 2015
Tal y como fuere y pese al comunicado del jugador desmintiendo cualquier tipo de afiliación a partidos de esta tendencia, el 'boom' que supuso este cúmulo de informaciones escasamente procesadas supuso que Zozulya tuviera tenido que regresar a Sevilla (cuando fichó por el Rayo Vallecano) ante las protestas de una parte calurosa de la afición rayista. El sector 'Bukaneros' se negó a ver en el conjunto madrileño a un futbolista salpicado por un tema político vinculado a corrientes nazis.
Después de todo esto, el ucraniano regresó al Betis para luego fichar por el Albacete, donde sigue sin liberarse de toda esa ideología política que le rodea. Como prueba, lo que le dijo Pablo Iglesias o el triste episodio vivido este domingo en el estadio de Vallecas.