Por fin buenas noticias. El central colombiano Neyder Lozano ha empezado a ver la luz al final del negro túnel que le mantiene sin jugar desde hace más de dos años y medio al unirse en los últimos días, de forma parcial, a los entrenamientos grupales del Granada CF.
Neyder Lozano llegó al equipo andaluz tras acabar contrato con el Elche en el verano del 2019 tras varias destacadas campañas con el cuadro ilicitano en Segunda División.
Reforzó a un Granada que acababa de subir a LaLiga Santander, categoría en la que nunca ha militado el zaguero cafetero, pero tuvo la mala suerte de caer lesionado en pretemporada.
Neyder Lozano sufrió una fractura en la tibia de la pierna derecha que le obligó a parar, aunque las previsiones indicaron entonces que en unos meses podría estar de vuelta con el equipo que había apostado por él contratándolo para tres temporadas.
Pero nada de eso ocurrió, ya que la lesión y el paso posterior por el quirófano se complicaron más de la cuenta hasta el punto de que el central todavía no ha podido regresar a los terrenos de juego.
Desde entonces han pasado más de dos años y medio en los que Neyder Lozano ha sido sometido a diferentes operaciones, hasta en cuatro ocasiones, todas por problemas derivados de la fractura de tibia inicial.
La última de estas cuatro fue hace sólo unos meses para tratar de acabar con una rara y poco habitual infección que había aparecido en la zona afectada. "Neyder es para todos un ejemplo de constancia y superación ante la adversidad", escribió el Granada en sus perfiles oficiales en diferentes redes sociales la pasada semana para felicitar al jugador el día que cumplía 28 años.
El mejor regalo que tuvo fue poder integrarse muchísimo tiempo después en los entrenamientos de grupo, algo que lleva haciendo de forma intermitente desde hace unos días, según informó el propio Granada.
Lo que para otros sería una etapa más en un proceso de recuperación ordinario, para Neyder Lozano es un paso de gigante camino de su recuperación total el hecho de poder compartir entrenamiento, aunque sólo sea en determinadas tareas, con sus compañeros.
Pese a que las dos últimas campañas ni siquiera ha tenido ficha federativa, siempre ha sido un miembro más del vestuario del Granada, valorado y respetado tanto por sus compañeros como por Diego Martínez y Robert Moreno, los técnicos que ha tenido el equipo en este tiempo.
Las sensaciones actuales invitan a pensar que el futbolista empieza a ver el futuro en tonos claros, con el objetivo último de poder regresar en unos meses a los terrenos de juego.
Tras haber reconocido que este parón de casi tres años le hubiera llevado a la retirada obligatoria con algunas primaveras más en su cuerpo, Neyder Lozano está convencido de que ahora, con 28 años, aún está a tiempo de recuperar el tiempo perdido y de seguir siendo futbolista profesional.