Real Zaragoza: Cristian; Fran Gámez, Francés, Lluís López, Nieto; Bermejo, Francho, Alarcón, Vada; Giuliano y Gueye.
Albacete: Bernabé; Isaac, Djetei, Glauder, Alcedo; Olaetxea, Riki, Maikel Mesa, Manu Fuster; Higinio y Juanma.
El Real Zaragoza y el Albacete Balompié firmaron tablas, escasamente provechosas en las pretensiones de unos y otros. Las de alejarse de la zona de descenso, los primeros, o de no ceder terreno en su posición de Promoción de ascenso, los segundos. Lluís López goleó para los blanquillos, y Carlos Isaac para los manchegos.
Ambos sumaron pero los dos se dejaron en el camino importantes puntos en sus respectivas aspiraciones porque en el caso del equipo manchego la victoria del Cartagena sobre el Lugo hace que se le acerque a cinco puntos a esa sexta posición que ocupan los albaceteños y que es la última que da derecho a jugar la Promoción de ascenso a Primera.
En el caso del conjunto aragonés desaprovechó haber puesto tierra de por medio con la Ponferradina, el equipo que marca la línea del descenso, y tendrá que seguir mirando hacia la parte baja de la clasificación.
El conjunto aragonés, cuyo último partido en casa fue una goleada al Leganés (3-0), parecía haber enmendado la irregular marcha en su estadio donde hasta entonces estaba siendo muy sencillo puntuar para los equipos que los visitaban pero el empate con el conjunto manchego parece volver a la inevitable realidad de que La Romareda es un campo en el que es sencillo puntuar.
El Zaragoza debería tomar como ejemplo de planificación al Albacete. Un equipo recién ascendido con un presupuesto de lo más bajo de la categoría que le ha dado un repaso al Real Zaragoza y que ha tenido las mejores oportunidades de gol. No he entendido la tardanza en quitar a Bada y mucho menos el sacar de titular a Gueye en detrimento de Pau Sanz.