Cuarta visita a Cartagonova en Segunda División y cuarta victoria, de nuevo por la mínima (0-1), como en la temporada anterior, para mantener al Levante invicto (ocho puntos de doce), confirmando que este equipo va en serio, que cree en su identidad y que tiene todavía mucho margen de mejora. Y por fin Morales logró estrenar su cuenta goleadora, quitarse la espinita de encima y celebrar junto a los 500 aficionados que estuvieron en Cartagena otra victoria en un escenario talismán.
Al Levante le costó entrar en el partido. Delante se encontró con un Cartagena con una presión alta, creando, llegando, aunque sin apenas poner en aprietos a Andrés Fernández. Un dominio territorial local, con demasiadas indecisiones en los granotas, que fueron reduciendo poco a poco las revoluciones, ajustaron líneas, sobre todo con balón para minimizar las pérdidas y evitar que los locales se crecieran. Un ejercicio coral y que el resto lo generara el talento de un equipo repleto de argumentos para marcar la diferencia con espacios.
Y ahí nació, otra vez más, la figura de Carlos Álvarez para sacarse de la chistera otro regalo de gol. Esta vez al espacio de Morales, que se plantó delante de Toni Fuidias y marcó su primer gol en su regreso al Levante. Su celebración fue un grito de liberación. De él, pero incluso más de sus compañeros y de Julián Calero desde el banquillo. Todos son conscientes de la importancia de El Comandante, y además volvió su gesto característico en el gol, en un equipo que anda justito de opciones como referencia, a la espera de la recuperación de Fabrício para inyectar más variantes ofensivas.
El guión se estaba escribiendo como deseaba el Levante: sin que pasaran muchas cosas y las que sucedieran fueran porque las generaba el equipo. En el Cartagena, el bullicioso Gaston Valles y los arreones desde los costados de Ríos Reina y Martín Aguirregabiria obligaban a la zaga de Levante, donde entró Cabello, a no perder la atención ni un instante. Entre palos, la única intervención en esta primera parte de Andrés Fernández fue a disparo de Dani Escriche. En el área albinegra, y antes del único remate entre palos del Cartagena, Carlos Álvarez obligó a Fuidias a lucirse y también Sergio Lozano tuvo el 0-2, pero no culminó una acción combinativa de los granotas.
El encuentro se revolucionó en la segunda parte, sobre todo por la necesidad del Cartagena y el Levante volvió a las andadas con sus errores en la salida de balón. Ahí es el discurso no cambiaba como tampoco el talento de los jugones. En un saque de esquina que parecía defectuoso, Pablo Martínez se sacó un lujazo para generar un centro venenoso que Fuidias repelió con apuros. El rechace no lo pudo culminar Morales en lo que hubiera sido su doblete particular. De nuevo el guardameta local, con apuros, sacó un remate de Brugué tras otro gesto maravilloso de Carlos Álvarez, precedido de un centro de Andrés García.
Cartagonova se vino arriba con la entrada del Pocho Román y Brugué, en la línea de gol y después de una serie de rebotes, evitó en el minuto 57 que se desatara la locura en la parroquia abinegra. Los relevos le inyectaron más veneno a los locales y al Levante le tocó resistir como fuera. Aunque tampoco sucedieron muchas cosas. Pero a la contra, en el minuto 87, a Iván Romero le anularon el 0-2 con la intervención del VAR por un fuera de juego milimétrico... por el hombro. También Carlos Espí tuvo el 0-2 en tres ocasiones. En la primera ni definió bien, ni vio que Oriol Rey y Algobia estaban solos en el segundo palo. En el 93, a base de físico, se le agotó la gasolina cuando se plantó dentro del área del Cartagena. Y antes del pitido final, la tercera clarísima que Fuidias mandó a córner.