El 'Tacón' madrileño se presentaba y se despedía de San Mamés. Con flores a 'Pitxitxi' vino, pues, para colocarlas junto a la efigie de aquel goleador al que Arrue le hizo un robado en los 'campos de Sport'. Derrotado se despidió. Eliminado de esta Copa a la que el Athletic Club tantas ganas le tiene. Dijo "Hola... y Adios". Porque cuando la mayoría de estas jugadoras regrese un día a San Mames, lo hará con el nombre de 'Real Madrid'. Florentino [¡será por dinero!] ha absorbido a este Club de corta vida y carrera meteórica. Como a Carlos V quiere el magnate de la construcción que se las pongan: ¡a huevo!
Pena porque este equipo que se ha medido al Athletic merecía seguir viviendo de lo suyo, de lo que gasta. Porque TACÓN no es un nombre cualquiera. Nada tiene de femenino. O si. O lo tiene todo. Porque TACÓN es acrónimo de T.rabajo, A.trevimiento, C.onocimiento, O.rganizacion y N.otoriedad. Virtudes que exhibieron sobre el verde de la Catedral. Pero que no le bastaron para someter a las leonas.
Quizás porque Ángel Villacampa había aleccionado con su sabiduría a las rojiblancas: "Salen en transiciones muy rápidas; y se repliegan para volver a convertirse junto a la defensa en un solo bloque". El mismo Villacampa en cuyo libro de estilo se escribe: "Nuestra mejora individual conllevará la colectiva; a partir de ahí, tendremos la victoria más cerca". Como si su suerte ya estuviera echada.
El partido, desde el inicio, fue un homenaje al fútbol 'de verdad'. ¿Que en que consiste ese fútbol verdadero?... ¡Para qué preguntar cuando la respuesta no se espera!... ¿Tiene explicación un poema que emociona o el aroma de una rosa? El TACÓN, con transiciones veloces, haciendo gala de lo combinatorio cuando es exquisito y dotado de un ritmo endiablado. Amenazando con el dúo sueco. Asllani, Jakobson. El Athletic aguanto el tirón y empezó a ofrecer sus argumentos.
Villacampa apostaba fuerte con un sistema tan ofensivo como osado. 1-4-3-3. Que se despeñaba hasta la cuarta delantera cuando Erika [la 'vikinga' inmortal] se colaba por el centro aprovechando el hueco que le procuraba Yulema. Así, con las cartas boca arriba, el encuentro era un toma y daca entre la asociación del Tacón y la salida del Athletic en oleadas.
Y fue así que las de Villacampa se apropiaron del 'gato del partido' para terminar llevándoselo al agua. Mucho tuvo que ver [sin obviar al resto] la lección magistral que dictaba Damaris Egurrola en el eje de la medular. Acompañada por ese pequeño diablo que es Maite Oroz. Atrás, Garazi Murua y Gimbert. ¡Qué pareja de centrales!
En un partido tan escandalosamente bello, lo prosaico de los goles. El derribo. El penalti. La estrategia. Así como en Lezama ejecutó a la portera del Granadilla, hizo lo propio en San Mames, ante 10.991 almas. Al palo derecho. Ajustado. Ajustadisimo. Como el marcador. Apretado. La distancia seguía siendo mínima cuando Tirapu se tragó un córner. El balón, en la hierba, como a la espera de ese empujón definitivo. ¡Qué rabia! ¡Ay si Ainhoa Tirapu tuviera esa potencia que se necesita para despegarse en vertical! El llamado "gol psicológico" del Tacón no habría de hacer mella en el Athletic.
Que salió a degüello de los vestuarios. Que se desparramó a lo largo y ancho del rectángulo. Que acogotó a las mismas futbolistas que tanto poderío habían demostrado en la primera mitad. Al contrario que los 'hombres de Garitano', las 'chicas de Villacampa' fueron a más, y a más, y a más. Como si su energía la hubieran desplegado con moderación. De tal modo que, desde el 'a por ellas' hasta el bordón final que tuvo en su bota derecha la portentosa Valdezate.
Habría sido el 3-1. El segundo, el de la victoria, el del pase a 'semis' lo marcó Garazi Murua... pero fue 'obra' de Yulema. La babazorra que, en carrera digna de Usain Bolt, rebañó sobre la cal de la línea de fondo un balón imposible. El centro al área lo disputó Erika. Derribada. Garazi Murua: como si con escuadra y cartabón.
Para mucho más daría este partido elevado a la categoría de espectáculo por la generosa aportación de 'leonas' y 'merengues'. Para tanto, al menos, como de sí da ese deambular por la liga de 'sus hermanos' los hombres. Había sido la presión [muy alta] y el despliegue de fútbol vertical y agresivo lo que minimizó en la segunda mitad a un Tacón que comenzó prometiendo tanto. Habrá que agradecer a l@s que se encargan de la preparación física de unas leonas con mucho fútbol en sus botas. O en la intuición de Damaris Egurrola: ¡qué jugona esta mujer mezcla de Txetxu Rojo y Estanis Argote!
Terminado el partido, las leonas y la grada se gustaron hasta el embelesamiento. Mientras, como si fuera una niña a la que se le hubiera dado permiso, Ángel Villacampa se quedo clavado en el césped cual columna que estuviera sustentando el firmamento. El cielo de San Mames. Clavé mis ojos en él. Sus labios. Sus labios que musitaban. Se los leí. Recreaban un pasaje de su infancia...
"Cuando nadie tiene prisa. Cuando no necesitas una respuesta. Cuando nadie se cuele en mis sueños... Mi madre me dijo: ¡Habrá noches como ésta!".