Una pésima imagen. El fútbol en Francia vuelve a mancharse de todo menos fútbol. El Niza-Marsella de este domingo estuvo marcado por un constante enfrentamiento entre los aficionados locales y los jugadores de Sampaoli... hasta que Payet explotó y se tuvo que detener el encuentro.
No estaba siendo nada fácil. Los chicos de Jorge Sampaoli escuchaban cánticos y pitos en su contra, algo lógico cuando juegas como visitante, pero lo que no era admisible era el constante lanzamiento de objetos sobre el césped.
Seguidores radicales del Niza saltaron al césped del Allianz Riviera para agredir a los jugadores del Niza, por lo que el encuentro fue interrumpido a falta de un cuarto de hora para el final.
Los aficionados, en el minuto 74, invadieron el terreno de juego y se dirigieron hacia los jugadores visitantes. La situación provocó una trifulca generalizada y los futbolistas salieron del terreno de juego.
La situación se generó cuando Dimitri Payet iba a lanzar un saque de esquina y devolvió una botella lanzada antes desde el fondo norte, donde están situados los seguidores radicales del cuadro nicense. Numerosos aficionados de la zona rebasaron el control de seguridad e irrumpieron en el césped.
El árbitro, Benoit Bastien, suspendió provisionalmente el partido, que transcurría con ventaja del Niza (1-0) tras un gol anotado en el minuto 49 por el danés Kasper Dolberg. La seguridad del estadio tuvo que intervenir y, poco a poco, todo volvió a la normalidad.