El fútbol francés volvió a ser protagonista por algo que sucede fuera de los terrenos de juego. El autobús del Olympique de Lyons fue apedreado cuando llegaba al estadio para jugar el partido contra el Marsella y hubo daños personales por ello. Fabio Grosso sufrió una herida en el párpado fruto de estas agresiones.
L'Equipe hoy en su portada da un golpe encima de la mesa y retrata con una imagen las consecuencias que tiene no poner freno a los violentos en el fútbol francés. "Le dégoût et la honte" (asco y vergüenza), decía junto a la cara ensangrentada de Grosso.
« Le dégoût et la honte » en une du journal L'Équipe du lundi 30 octobre#OMOL pic.twitter.com/zhIBoMFbZ4
— L'ÉQUIPE (@lequipe) October 29, 2023
El autobús que trasladaba al Lyon al estadio Velódromo de Marsella para disputar el duelo que cerraba la décima jornada de la liga francesa fue apedreado por hinchas radicales del club. Como consecuencia de esto hirieron en la cabeza al técnico visitante, Fabio Grosso, lo que provocó la suspensión del partido.
La violencia del ataque, puesta de manifiesto por las imágenes, provocó una oleada de indignación y condenas en el fútbol francés, que firmó otro incidente con los aficionados más violentos.
La ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castera, consideró "inadmisible" la agresión. "Niega los valores propios del deporte", al tiempo que pidió el arresto de los responsables.
Siete de ellos fueron ya detenidos, agregó la ministra, que consideró bien fundada la decisión de suspender el partido.
El autobús recibió diversos impactos de piedras y otros objetos lanzados por hinchas radicales cuando el vehículo llevaba al Lyon al estadio. Las lunas saltaron por los aíres y los cristales hirieron a varios de sus ocupantes, también afectados por los impactos de objetos.
Según el propietario del Lyon, el multimillonario estadounidense John Textor, presente en Marsella, el entrenador recibió el golpe de una botella de cerveza en pleno rostro, lo que le provocó una herida por la que sangraba de forma abundante.
No fue el único afectado. Su adjunto, Raffaele Longo, también recibió un impacto en el rostro, aunque de consecuencias menos graves.
El autobús logró llegar hasta el Velódromo, pero la tensión era ya elevada. Una reunión de crisis entre representantes de ambos clubes y el colegiado, François Letexier, analizó la situación y decidió que el partido no podía disputarse en esas circunstancias.
La Liga francesa indicó, sin embargo, que la suspensión se decidió después de que el Lyon la pidiera y tras recibir el acuerdo del Marsella.