El culebrón de Kylian Mbappé y el Real Madrid llegó a su fin en este mercado de fichajes. El francés decidió no renovar con el Paris Saint-Germain para cumplir su sueño de vestirse de blanco. No fue sencillo, pues las presiones tanto de Nasser Al-Khelaïfi, como de Macron, le convencieron durante algunos años.
Pese a ello, la falta de éxitos deportivos del club parisino y el hambre de victoria de Mbappé provocaron que poco a poco fuese tomando la decisión. Una decisión que no gustó nada al club y que el jeque consideró como una traición personal hacia su persona.
El pasado 10 de mayo, Kylian Mbappé anunciaba por sorpresa su salida del PSG. Lo hizo con un vídeo de algo menos de 4 minutos, poco después de la eliminación del equipo francés en la Champions League. Algo que no sentó nada bien al club, que incluso le amenazó con no volver a jugar ni un minuto esa temporada.
Sin ir más lejos, los partidos siguientes fueron una odisea para el francés. Luis Enrique empezó a sustituirle del terreno de juego y se hablaba de que era una orden directa de Nasser Al-Khelaïfi. "Creo que nos traicionó", decían fuentes cercanas al PSG.
Una traición que Nasser Al-Khelaïfi se tomó como personal, decidiendo no pagarle lo que le debía. Mbappé decidió entonces llevar ante la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y ante la UEFA al club galo, al que reclama un pago de una prima y tres meses de salario, con un total cercano a los 55 millones de euros brutos. A día de hoy, ambos se encuentran inmersos en este juicio, que comenzó hace apenas unas semanas.
A esta polémica se le ha sumado la decisión de Kylian Mbappé de no jugar con la selección francesa en el último parón de la UEFA Nations League. El futbolista llegó a un acuerdo con el Real Madrid para quedarse recuperando de su lesión, algo que no gustó nada a los aficionados.
Además, fue pillado poco después de fiesta en Suiza, lo que cabreó mucho más a la hinchada francesa. Una situación que le hace estar en el punto de mira en su país.