Lo del Zaragoza es una final que no permite invadir más los márgenes: "Los empates ya no valen, sobre todo, en casa. Es importante sumar de tres en tres ante equipos que son de nuestra Liga. Los márgenes se han acabado hace mucho. Son 90 minutos y hay que darlo todo". Tampoco quiere pensar el jugador albiceleste en las consecuencias de un mal resultado para con el banquillo: "No pensamos en más allá del partido y si pudiera afectar al técnico o no. A la gente del vestuario no nos gustaría que pasara nada de eso y significaría que no hemos hecho bien nuestro trabajo, que es conseguir los tres puntos".
El mediocentro aprovechó la rueda de prensa para levantar la mano y ofrecerse para jugar el domingo. "La semana pasada no quise arriesgar, pero ya me encuentro bien y esta semana estoy entrenando con normalidad. Estoy disponible para el míster. La semana de descanso te sirve para desconectar", afirmó.