y el propio Munúa. Desde la refundación del club, el Málaga nunca superó la joranda 22 de una Liga de Primera habiendo encajado menos de 26 goles. En la temporada 2001-02, con Peiró en el banquillo, firmaba los mismos números que ahora.
El rendimiento del equipo no para de crecer. En las dos áreas. Pero los resultados han empezado a ser los esperados cuando el equipo ha echado el candado a su portería. A día de hoy, sólo los seis primeros de la Liga y Osasuna han recibido menos goles que los de Martiricos. A Muñiz le gusta dar forma y empaque a sus equipos desde atrás. Le ha llevado más tiempo del esperado, pero su Málaga ya se siente seguro y solvente. Así, la permanencia se atisba al alcance de la mano.