Oportunidad perdida. Faltan tres puntos. Esa es la única cábala que maneja el malaguismo a esta hora. Después de 45 minutos primorosos y de una superioridad tremenda, los blanquiazules tiraron por la borda el pasaporte a la Champions. Caparrós y su Mallorca ayudaron. Gracias al equipo balear, el Málaga dependerá de sí mismo en la última jornada. Eso sí, está obligado a ganar al Sporting de Gijón para que los sueños de Champions no caigan en saco roto.
Se movió el Málaga en dos guiones absolutamente opuestos. De entrada buscó su clasificación para la Champions a lo grande, reclamando la atención de todos los focos y acaparando la pelota hasta el extremo. El Atlético, con un ojo en la final de Bucarest del miércoles, no puso oposición a la demanda blanquiazul. El Málaga se pidió ser el equipo grande en el Calderón desde que el balón comenzó a rodar. Manejado por Cazorla, finísimo y preciso en la sala de máquinas, y buscando el desequilibrio con Joaquín, muy inspirado, el Málaga se apoderó del partido como quiso. Isco, activo y siempre ofreciendo soluciones en la mediapunta, logró filtrarse entre la zaga atlética. Rondón le divisó y le dejó solo ante Courtois. Pero el primer duelo lo ganó el belga. También le despejó con algún que otro apuro un duro disparo a Joaquín. El Málaga sólo tuvo un lunar en toda la primera parte. Concedió una contra que Falcao mandó al limbo cuando tenía la portería a un palmo. Rondón no quiso ser menos que el `9` rojiblanco y resbaló cuando sólo Courtois le hacía oposición.
Crónica on-line
Árbitro
Muñiz Fernández (Colegio Asturiano). Amonestó a Mario Suárez, Koke, Arda, Salvio, Weligton, Tiago y Sergio Sánchez.
Formaciones
Atlético de Madrid: Courtois; Juanfran, Miranda, Godín, Filipe Luis; Diego, Mario Suárez, Tiago, Arda; Adrián y Falcao.
Málaga C.F.: Kameni; Sergio Sánchez; Demichelis, Weligton, Monreal; Isco, Camacho, Cazorla, Eliseu; Joaquín y Rondón.
GOLes
0-1, minuto 38. Eliseu.
1-1, minuto 69. Koke.
2-1, minuto 79. Adrián.
INCIDENCIAS
Partido correspondiente a la 36ª jornada de Liga disputado en el estadio Vicente Calderón. Poco más de media entrada.
Entonces apareció Eliseu. El portugués, harto de tanta ocasión desperdiciada, decidió probar suerte por su cuenta y envió un misil tierra-aire desde 30 metros que reventó la escuadra de Courtois. Uno de los goles de la temporada. De una belleza superior al que marcó en el Coliseum. Así, con el Málaga embalado y con una sonrisa de oreja a oreja, enfiló el equipo el camino de los vestuarios. Una primera parte para enmarcar y el billete de Champions en el bolsillo.
Pero toda esa felicidad se quedó en la caseta. El Málaga perdió su semblante alegre en el entreacto y entregó el mando del partido. El Atlético plantó su cuartel general en la frontal de Kameni casi por inercia y comenzó a creérselo. Una acción charlotesca en un cambio que no se llegó a consumar y que pilló a Rondón a diez metros del banquillo mientras el Atlético botaba un córner, acabó con un balón suelto en la frontal. Y allí, solo, esperaba Koke. 1-1. El desplome continuó, los rojiblancos tocaron a rebato y Adrián apuntilló a un Málaga que rescató al final parte del orgullo perdido y tuvo tiempo para complicar a su rival en el descuento y para marcar un gol (Sergio Sánchez) que otro árbitro asistente anuló erróneamente. Pueden lamentarse por ello los de Pellegrini. Pero habrían hecho mejor si no hubiesen tirado por la borda semejante oportunidad para entrar en la historia. Aun así, gracias a la victoria del Mallorca ante el Levante, los blanquiazules siguen dependiendo de sí mismos. La Champions espera a La Rosaleda.
