Fue un recibimiento lleno de colorido y sonido, con muchas banderas, bufandas y hasta botes de humo. No faltaron los cánticos. Algún jugador como Demichelis agradeció el generoso gesto de la afición vía Twitter: “Gracias por el recibimiento!! Ahora nos toca a nosotros, saludos y a meter presión en la Rosaleda”.
Antes del Málaga llegó el Panathinaikos de Jesualdo Ferreira, que recibió cánticos ofensivos, así como los árbitros y algunos aficionados griegos. Afortunadamente, no hubo que lamentar ningún incidente.