Pero su fiabilidad en casa le mantuvo a una distancia relativamente cercana a los puestos europeos. Con la mejoría de los últimos dos-tres meses de Liga, el conjunto blanquiazul amarró la cuarta plaza que le permitió desfilar este año por las pasarelas más glamourosas del fútbol continental.
Esta campaña, en líneas generales, el balance deportivo del equipo es más que positivo. Vivo en Copa, donde tiene contra las cuerdas a todo un Barcelona, flamante octavofinalista de Champions como líder de grupo y en puestos europeos en Liga. Sin embargo, las expectativas obligan a aspirar a repetir presencia en la máxima competición continental. Y ahí es donde el equipo está acusando su bajón de regularidad en La Rosaleda, que ya ha visto volar 13 puntos en 11 partidos, sólo dos menos que en toda la temporada pasada. Más que los puntos que han volado, lo que genera cierta preocupación son los rivales que han sido capaces de sacar tajada de Málaga. Aparte del Barça, que lo ha ganado prácticamente todo, Mallorca, Real Sociedad, Rayo y Celta no eran, a priori, rivales llamados a crear problemas en el estadio blanquiazul.
De hecho, el Málaga ha dejado escapar casi los mismos puntos en casa que fuera, donde los de Pellegrini han dejado de sumar 15 puntos. Mejorar en casa es fundamental para que el sueño de la Champions, con permiso del TAS y de la UEFA, siga siendo una realidad la próxima temporada.