En la misma se vio a un Pellegrini afable y alejado del hermetismo que suele mostrar en sus ruedas de prensa. El chileno, elegantísimo, estuvo muy a gusto, al igual que Valdano. Hubo lleno hasta la bandera en la sala, con capacidad para 200 personas, entre ellos directivos como Martín Aguilar, Ben Barek o el director deportivo Mario Husillos, entre otras personalidades.
Valdano y Pellegrini narraron sus experiencias en el atardecer de sus carreras. "El crepúsculo es un mal día. Fue el fútbol el que me dejo a mí y no he jugado partidos de veteranos porque me desatan la nostalgia del futbolista que fui. Conocí a muchos futbolistas que se han quedado empantanados en esos recuerdos", dijo Valdano con su habitual exquisitez léxica.
Pellegrini rescató su caso, curioso caso: "Llegó un fin de año y dije que no jugaba más. Estaba disputando un partido contra un equipo de lo que aquí sería Segunda División B y un contrario, mucho más bajo que yo, me sacó medio metro en un balón aéreo. A los seis meses descubrí que se trataba de Iván Zamorano. Nunca se está preparado para dejar el nivel de vida del futbolista. Después cuesta mucho sentirse aislado y solo. Mi decisión de abandonar fue pésima. Pero sí, se puede superar ese trauma".
Curiosamente, ambos vivieron como entrenadores etapas de ocaso de grandes jugadores. También padecieron desde el otro lado esa sensación con Butragueño y Raúl, respectivamente. “Butragueño me dijo que era el único que me entendía en su casa”, bromeó Valdano, que halagó al ‘Buitre’.
Pellegrini, manifestó sobre Raúl: “Cada vez que recurría a él siempre respondía”. Además, el chileno también estuvo presente en el declive de Van Nistelrooy, la pasada campaña aquí en Málaga. “Tras algunas charlas, terminó aceptando su rol secundario por sus problemas físicos”, confesó.
El turno de preguntas fue muy entretenido, dado el nivel y originalidad de las mismas. ”El futbolista sigue siendo la parte más noble del fútbol”, respondió Valdano para borrar el estereotipo que persigue el jugador profesional. “¿Ocaso del entrenador? Sí, claro que existe, pero tiene que ver más con el hastío que con problema físico”, continuó el argentino, a lo que añadió Pellegrini: “La profesión de técnico sufre un desgaste, lógicamente”.
Valdano recordó que su primer entrenador cuando llegó a España hace 37 años fue el actual consejero blanquiazul Abdullah Ben Barek, que estaba en la sala. Fue en el Alavés. Luego, un asistente a la charla preguntó en clave qué entrenador tenía más mérito, si Mourinho en el Madrid o Pellegrini en el Málaga. Valdano, también entre líneas, se quedó con el chileno… Un Pellegrini que huyó de temas espinosos con un irónico: "Paso, como en el dominó".
El momento más tierno de la noche y que clausuró el coloquio vino con la pregunta de un joven seguidor de apenas seis años. “¿Qué puedo hacer para ser como usted, Pellegrini?”, cuestionó. “Tener mucha entrega, mucho estudio y lograrás si te lo propones. Pero no quieras ser yo, sino tú. Propóntelo porque lo lograrás”, respondió el cbileno ante el aplauso de una sala entregada y satisfecha por una mesa redonda que se hizo corta pese a sus casi dos horas de duración.