La derrota ante el Levante dejó sensaciones muy amargas en el Málaga. El equipo de Javi Gracia disputó uno de sus peores partidos de la temporada y acabó indignado con el arbitraje realizado por Del Cerro Grande. El 4-1 supone la derrota más abultada del año. Sin embargo, a efectos clasificatorios no ha tenido ninguna consecuencia grave. El conjunto blanquiazul continúa cómodamente asentado en la séptima plaza y no ha visto recortada la diferencia con sus perseguidores más inmediatos, que también tropezaron este fin de semana.
El colchón con respecto al octavo clasificado, el Eibar, sigue siendo de ocho puntos. Los vascos cayeron el viernes en A Coruña (2-0). También perdió este domingo el Espanyol, noveno con 26 puntos, nueve menos que el Málaga, y próximo inquilino de La Rosaleda (sábado, 22:00 horas). Un triunfo ante los pericos dispararía la renta malaguista hasta los 12 puntos.
En el club existe la sólida esperanza de que la séptima plaza sirva también este año para jugar Europa League (para ello es necesario que Barcelona o Villarreal ganen la Copa del Rey) y ven al equipo capacitado para alcanzar ese objetivo y devolver al Málaga a Europa.