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La impotencia y la imponencia de Amrabat

Amrabat pelea una pelota.

Nordin Amrabat fue de lo mejorcito del Málaga en el partido de Balaídos. A un día de que expire la opción de compra del club blanquiazul por él, ofreció uno de esos encuentors en los que se siente líder y abanderado de su equipo. Y con razón. Sin embargo, el internacional marroquí acabó desquiciado pidiendo balones al espacio. En la única que tuvo así casi bate al portero celtiña Sergio. Su nivel físico hasta el final fue altísimo.

Desde el primer minuto se veía que era el factor desequilibrante de los visitantes. Gracia siguió apostando por él en el once inicial a pesar de la revolución, y Amrabat asumió galones. Pero no iba a ser el día del Málaga, sobre todo en la primera parte, en la que tocó correr ante la exigencia que marcó el Celta. Pasaron los minutos y aparecieron las fisuras que el marroquí quiso aprovechar, pero nadie parecía leer sus desmarques a la espalda de los centrales. En una toma televisa se apreció cómo Amrabat abroncó a Horta por no dársela al hueco en una contra. En otra ocasión cayó en fuera de juego ante la tardanza en el pase.
El equipo mejoró en la segunda parte y con él, el ‘2’ del Málaga, que gozó de un par de opciones claras. En el 76 Fernando Tissone le puso un buen balón en largo y Amrabat se deshizo de Fontás en el cuerpo a cuerpo, pero falló ante la portería viguesa. Antes también tuvo un disparo frontal en un balón dividido tras una indecisión de Horta.
Amrabat se fajó, se peleó con todos y ofreció un ritmo alto de juego, corriendo, peleando y esprintando hasta el minuto 90. Pero acabó desquiciado con los rivales, con el árbitro, e incluso con algún compañero. Así es el crack del Málaga, para lo bueno y para lo malo.

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