Sábado, 1 de febrero de 2014. Bernardo Schuster apuesta por este once para medirse al Sevilla en La Rosaleda: Willy; Jesús Gámez, Sergio Sánchez, Flavio, Antunes; Camacho, Tissone; Amrabat, Duda, Eliseu; y Juanmi. Lo cierto es que no está mal así leída. Muchos de esos futbolistas ya no están en el equipo. Pero lo que quizás muchos no recuerden es que esa era la primera vez que se enfundaba la camiseta del Málaga Nordin Amrabat.
Jugó de entrada como extremo derecho. Pronto dejó ver sus maneras, tanto a nivel técnico como físico. Ya ese día enseñó a toda La Rosaleda que sabía aprovechar muy bien su cuerpo.
Destellos de un Amrabat que después cambió de costado y se pasó al izquierdo, su perfil preferido. Es el lugar donde está más cómodo, donde puede buscar posiciones ventajosas para irse hacia dentro y disparar con su pierna derecha…
El partido tuvo dos héroes claros: Duda y Samu García. El capitán marcó el 3-2 definitivo, un verdadero golazo. El canterano, que había entrado por Eliseu (ocupando la derecha y permitiendo a Amrabat asentarse en el flanco opuesto), había marcado también un tanto marca de la casa para el 2-2. Entonces no sabíamos que parte del sello de Samu es hacer goles a cual más precioso…
Pero estábamos con el debut del hombre que ahora es estrella del Málaga, que recibió elogios por parte de la prensa, que coincidió en señalar su puesta en escena como notable y esperanzadora.
Schuster también habló en su rueda de prensa posterior al partido de la actuación de Amrabat. Esto fue lo que dijo: “Es un jugador muy potente, tiene velocidad, es difícil quitarle el balón. Sabe jugar con sus compañeros y lo vimos de primer día. Físicamente estaba bien y tiene margen. He notado en los entrenamientos que a los compañeros les da buena sensación y casi sin decir nada se ha visto que este tío tiene que jugar”.
Este sábado, Amrabat ya no es un jugador al que había que calar. Es una realidad, una figura que año y medio después, cerrará su primera temporada completa en España. Con el mismo rival que empezó, el Sevilla. Ahora, el holandés vale 3,5 millones de euros.