Todo se torció en el minuto 25...
El último partido de la temporada tuvo de todo para el Málaga. La Rosaleda recibió al equipo con sus mejores galas. A su llegada al estadio y cuando salieron al césped. El ambiente de los grandes partidos. Y el equipo respondió mientras pudo. Estuvo en el partido, compitió de tú a tú al Sevilla y dispuso de las mejores ocasiones. Hasta que llegó el minuto 25 e Iglesias Villanueva inició su concierto de pito. Ese minuto 25 fue el minuto maldito de la última jornada de Liga.
Una expulsión más que rigurosa a Weligton por un manotazo sobre Gameiro. Al mismo tiempo, Aduriz abría el marcador en San Mamés con un gol de penalti. Minutos después, Angeleri era objeto de un penalti clarísimo que no vio Iglesias Villanueva. Las decisiones arbitrales tampoco han acompañado al Málaga en los últimos partidos. No pueden decir lo mismo en Bilbao...
El equipo de Javi Gracia se sobrepuso y mantuvo el tipo hasta el descanso. Javi Guerra rozó el gol hasta en dos ocasiones sin que el Sevilla amenazase a Kameni. Pero el partido cambió tras el intermedio. El ritmo del Málaga bajó y el Sevilla se impuso por físico y por calidad. El equipo blanquiazul acusó en exceso jugar con diez. Con 0-3 hubo aficionados blanquiazules que abandonaron el estadio. Aun así, el Málaga mantuvo el tipo hasta el final, hizo el 1-3 y peleó hasta los 90 minutos, aunque sin éxito. Eso sí, el malaguismo se dio un pequeño baño de alegría con la victoria del Valencia en Almería, que deja al Sevilla sin plaza Champions. El partido había quedo muy condicionado en el minuto 25…
Somos patéticos. Lo que tenemos que hacer es aprender del equipo mas GRANDE del sur de Europa, el SEVILLA FC, que no nos enteramos, perita y tanta perita, a segunda que es nuestro sitio, hasta que aprendamos.
Rigutosa? Le da un codazo clarisimo, de roja sin duda. Welly se lo tenia q pensar cada vez q hace estas patochadas q nos dejan con 10. Entre él y Duda no se cuanta expulsiones llevamos y eso q son los más veteranos de la plantilla
Sabiamos que las directrices de la federación a los árbitros pasaban por perjudicarnos y favorecer al Bilbao, cómo siempre lo favorecen, pero ni muchos jugadores, ni el entrenador han estado a la altura en la segunda vuelta. Entre el pasotismo de los nuestros, la política de la Federación y los medios de comunicación, de bufones de los grandes, a uno se le quitan las ganas de seguir la corriente a esta pantomima en que se ha convertido el Futbol.