"¿Un lugar en el mundo? Málaga". Es difícil encontrar a alguien con más apego a su tierra que Isco Alarcón. La frase la acuñó hace tiempo, pero la verdad es que no pierde oportunidad para hacer bandera de lo suyo. Y no necesita que sea en una entrevista, que para eso tiene las redes sociales. La nostalgia le invade y lo comparte con todo el universo. De eso trata esta historia, de lo mucho que mueve a nivel de sentimientos con un simple click.
Suspira Isco, suspiran los malaguistas. A través de la red social Instagram (cuenta también ligada a su Twitter) ha compartido una foto de un viejo entrenamiento con el Málaga, con su infinita risa de jugón presidiendo el cuadro. Además, incluyó la leyenda: "Se positivo en la vida, bonitos recuerdos". Acompañando el texto, unos emoticonos de sonrisa y balón.
Por eso, el niño de calle Las Flores, ese que pasó del Benamiel al Valencia y nunca había pasado por el Málaga hasta que llegó la edad de oro de Al Thani, es un ídolo blanquiazul. Porque riega su recuerdo con frecuencia. No olvida de dónde viene ni a dónde quiere ir. Si el fútbol fuese otra cosa distinta a un negocio, Isco jamás habría salido del Arroyo de la Miel para asentarse en Madrid.
Hay cosas que el dinero no puede comprar y lo demuestra. Y no hace falta ser Isco, ser de la tierra. Como él, muchísimos futbolistas extrañan Málaga cuando la dejan. Hijos adoptivos como Toulalan, Willy Caballero, Baptista... Leyendas del pasado como Dely Valdés, De los Santos y tantos otros.
La prueba de cómo un jugador puede ser Malaguista el resto de su vida... juegue en el Mandril o donde sea. Isco es malaguista hasta la médula y los malaguistas somos de Isco para siempre... Su beso al escudo en Champions ha quedado en los corazones de los aficionados. Siempre estará la puerta Grande de La Rosaleda abierta para ti... y la puerta de atrás también estará simpre abierta para Cash-ado