El Málaga se conjuró antes de la final de la Copa de Campeones en su vestuario del Municipal de Vera. Y lo hizo construyendo una piña entre todos, titulares y suplentes, y entonando a voz en grito uno de los cánticos más clásicos que se pueden escuchar en las gradas de La Rosaleda durante los días de partido. Una forma perfecta para alcanzar la máxima motivación antes del encuentro y que captaron y mostraron las cámaras del club.