Fabio Espinho ha tardado sólo unas horas en encontrar nuevo destino. El medio portugués, que el martes por la tarde rescindía contrato con el Málaga, ya es oficialmente nuevo jugador del Boavista, equipo de ingratos recuerdos para el club de Martiricos. Espinho se compromete por dos temporadas con los ajedrezados y ya posa y habla con su nueva camiseta.
“Estoy muy feliz por llegar a un gran club. El Boavista es uno de los grandes de Portugal y esto significa un gran salto en mi carrera”, explicó Espinho en declaraciones a la web oficial del Boavista, que finalizó decimocuarto en la pasada liga de Portugal.
Espinho llegó al Málaga el verano pasado avalado por el anterior director deportivo, Mario Husillos, pero nunca contó con la aprobación de Javi Gracia en el fondo y en la forma de su fichaje. El jugador fue caballo de batalla entre ambos y se marchó en invierno cedido al Moreirense para encontrar las oportunidades que aquí no tenía. En la primera vuelta, con el Málaga, jugó tres duelos oficiales (una asistencia) y en la segunda en Portugal, 17 (dos goles).
A su vuelta, Espinho completó la primera semana del trabajo de pretemporada e incluso jugó toda la segunda parte del debut estival ante el Algeciras. Pero nunca entró en los planes de Juande. Así, y tras varios días de negoción, el Málaga ha hecho oficial su desvinculación. Espinho aún no tiene destino, pero goza de mercado en su país y buscará acomodo.