Deberes para todos

La derrota del Málaga en Vigo hay que tomarla con la perspectiva necesaria, pero arroja una premisa clara que no deja de ser un tópico en el fútbol, hay mucho trabajo por delante. Lo hay para todos los estratos del club, desde abajo hasta arriba, porque la dinámica es mala, la reacción de momento ha sido insuficiente y anoche en Balaídos se vieron situaciones reincidentes que se deben erradicar pese a que el resultado fue ciertamente excesivo.

Hay deberes para todos. También para el entrenador, que es quien menos culpa tiene porque acaba de llegar al puesto. El Gato Romero debe trabajar esos errores defensivos que siguen condenando al equipo (once goles sin apenas intervenciones de los porteros en los últimos tres partidos). Ayer prescindió de inicio del menos acertado de los centrales esta temporada, Diego Llorente, pero la lesión de Miguel Torres giró el guion del partido. El equipo no puede ser tan generoso en Primera porque se paga. La solidez también puede mejorarse con tenacidad y constancia.
Los jugadores, lógicamente, no pueden irse de rositas. El nivel de muchos de ellos ha bajado ostensiblemente. Hay futbolistas perdidos, líderes desdibujados y otros en una forma física, mental e incluso técnica más que discutible para competir a día de hoy. Hay que apelar a la unión de todos, por supuesto, pero cada uno debe mirarse el ombligo y sacar conclusiones y metas que alcanzar para mejorar individualmente.
Por otro lado, al equipo le hacen falta refuerzos, es indudable. Básicamente en el capítulo defensivo. La primera operación de enero (Peñaranda) fue a priori más anecdótica que necesaria. El Málaga precisa de al menos un central y un pivote defensivo. Al menos... La sensación de vulnerabilidad y los errores que cuestan partidos deben ser erradicados también con fichajes que aporten experiencia, músculo y aplomo en facetas defensivas y de contención.
También debe acompañar el apartado médico, porque cada semana es uno el que cae. Desde la vuelta de Navidades se han lesionado muscularmente dos jugadores: Ricca en el calentamiento del segundo entrenamiento de Navidad y Miguel Torres en el minuto once del primer partido tras las vacaciones. Pero la lista de caídos y recaídas es interminable, amén de los plazos perpetuos y de otros aspectos también imprescindibles para la buena salud deportiva del Málaga.