El palco de La Albuera, campo donde el Atlético Malagueño cayó con estrépito el pasado sábado fue nido de caras conocidas y relativas al club blanquiazul. Míchel y Miguel Torres, residentes en Madrid y ya de vacaciones, aprovecharon la cercanía con Segovia para apoyar al equipo de Manel Ruano. Pero no fueron los únicos. También estuvo el director deportivo del club, Francesc Arnau, y el representante del propio Míchel, Mariano Aguilar.
Míchel y Aguilar, vieron el partido juntos y denotaron la complicidad que les une tres muchos años de relación profesional y personal. Arnau lo hizo varias filas más abajo. Se da la circunstancia, además, de que Mariano Aguilar es uno de los agentes importantes a día de hoy en Martiricos. Fue quien hizo la operación de Luis Hernández o la de Adrián González, y quien también representa, por ejemplo, al pretendido portero Roberto Jiménez.
De modo que en el palco de La Albuera coincidieron, de manera casual o no, los actores principales de la planificación deportiva del club este verano, Arnau y Míchel, quienes trabajan en consenso en la plantilla de la temporada que viene, y el agente Marino Aguilar, con influencia directa en los últimos fichajes del club blanquiazul.