Una de las voces más experimentadas del vestuario del Málaga es la del Chory Castro, que a sus 33 años ha pasado por situaciones de todo tipo. El uruguayo atendió a ElDesmarque Málaga para dar su punto de vista sobre el dramático momento que atraviesa el equipo. También habló sobre las posibles causas, su nuevo rol como jugador importante y titular y otros muchos temas recopilados en esta primera parte de la entrevista, de la que se puede ver un fragmento en el vídeo superior.
Nadie esperaba esta situación, ser colistas tras la jornada 11. Pero hay que coger el toro por los cuernos.
Esto no se lo esperaba nadie y menos nosotros. Pero es lo que toca. Hay que ser realista, ver en las circunstancias en las que estamos. Sabemos que estamos en una posición que no es la deseada ni la esperada. A veces te pones una meta y hay que sufrirla para sacarla adelante. Pero tenemos tiempo todavía, debemos hacernos fuertes en casa sobre todo en los partidos que nos quedan hasta final de año. Se va a poder salir, pero nadie nos va a regalar nada y no va a ser fácil, vamos a tener que sufrir como ante el Celta. Pero hay que se conscientes de que estamos últimos, necesitamos puntos para recortar con respecto a los que están arriba.
El mensaje es siempre el del trabajo y la unión, pero con eso no está dando y el equipo sigue último con un balance muy negativo.
Lo que manda es el resultado. Veo al vestuario con muchas ganas. Está claro que ninguno de mis compañeros quiere estar en esta situación. Uno firma con un equipo de Primera para estar y disfrutar de la categoría, no para estar sufriendo todo el año y salvarte en la última jornada o en el peor de los casos, descender. Somos todos conscientes de lo que está en juego. Cuando llevas muchas derrotas hay que hacer autocrítica, entre todos tenemos que sacar esto. No va a venir un jugador y te va a salvar.
Usted tiene muchos tiros dados ya en esto del fútbol. ¿Cuáles son las causas de esta situación?
Hubo partidos donde el equipo jugó bien y en diez minutos no supimos estar como teníamos que estar, y en Primera esto se paga muy caro. Partidos malos el equipo ha hecho muy pocos. Pero manda el resultado. A veces, otros equipos se han llevado los tres puntos haciendo muy poco. Tenemos que corregir eso y saber que hay que sufrir hasta el último minuto como ante el Celta. No estamos para regalar nada y una de las claves es hacernos fuertes en casa. En las primeras tres jornadas aquí no sacamos ni un punto. El fútbol todos los fines de semana te brinda una nueva prueba diferente y tenemos que tener claro que en La Rosaleda no podemos regalar puntos.
¿Falta experiencia y mala leche en ese vestuario?
No. A veces te equivocas porque el fútbol es muy rápido, son dos segundos en los que decides. Es en lo que nos estamos equivocando y lo estamos pagando. Los rivales también han fallado y nosotros no lo hemos aprovechado, algo que también es un error nuestro. Hay que dejar eso de lado, tratar de centrarnos en el partido ante el Depor, que nos puede dar otro empujón y otro respiro.
Lo de la afición es de otro mundo.
La afición jugó un partido muy importante ante el Celta con ese recibimiento. No nos lo esperábamos así con tanta euforia y entusiasmo. Estar en una posición así... Normalmente no se dan esos recibimientos y se agradece. Nosotros tratamos de devolverlo en el terreno de juego.
En lo personal, su situación ha cambiado para bien y está siendo importante.
Uno siempre quiere estar en el campo, aportar al equipo y más en una situación en la que estamos. Me está tocando jugar. Hemos ganado sólo un partido de los últimos tres, pero sí que nos hemos sentido más un equipo. Al Barça le costó llevarse los tres puntos, ganamos al Celta aunque costó, y el otro día (Villarreal) ellos no estaban haciéndonos daño y en una jugada casi de rebote se rompió el partido. Son factores que si no los minimizamos nos cuestan partidos. En lo personal, tratar de seguir mejorando y que haya una competencia sana en el día a día para obligar al compañero a que se esfuerce. Tengo que tratar de aprovechar esta oportunidad para mantener el puesto, que a veces es lo más difícil, sobre todo cuando no llegan los resultados.
Se le ve que se está sintiendo cómodo sobre el césped.
Me siento bien, es la realidad, pero me gustaría poder aportar con goles y otras cosas. Hay que trabajar un poco más la experiencia con los compañeros, hablar más, tener tranquilidad dentro del campo porque a veces nos precipitamos y pasa factura. Trato de aportar eso porque la situación te lleva a veces a jugar a la desesperada.
En verano su continuidad en el Málaga llegó a estar en duda. ¿Le llegó a decir Míchel que no contaba con usted?
En ningún momento se habló nada. Se fueron dando las circunstancias. No me tocó empezar jugando, me quedé fuera de las convocatorias. Pero es lo bueno, a veces eso te hace más fuerte como persona y jugador. Si no te toca estar, al día siguiente tienes que venir a entrenar y dar un poco más porque sabes que si das lo mismo vas a seguir estando fuera. Ahora habrá compañeros que trabajen para entrar, de eso trata esto. Yo trato de devolver la confianza con buen juego para el equipo y con sacrificio y voluntad de sacar esto adelante.