Ha sido una semana de emociones para Isco, que ha vuelto a casa como un hijo pródigo. Desde que aterrizó en el aeropuerto de Málaga ha sentido el cariño de sus paisanos, que no pararon de corear su nombre. En la terminal de llegadas, en los trayectos de la expedición en autobús, en el entrenamiento del viernes y durante el partido ante Costa Rica. Un inmenso cariño que ha querido devolver a través de las redes sociales este domingo: "Increíble La Rosaleda anoche, increíble que después de tantos años me tengáis tanto cariño. Muchas gracias por todo el apoyo recibido... Sois muy grandes".
Un Isco que se exhibió en la que fue su casa pero que acabó la noche con una sensación agridulce, pues una fea entrada de Watson le obligó a marcharse del terreno de juego. De hecho, el golpe ha hecho que este domingo se quede en Málaga y no viaje a Rusia con el resto de la expedición de la Selección para medirse a la selección anfitriona del próximo Mundial en el amistoso del martes.
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