Antonio Tapia vuelve al ruedo. El entrenador de Baena pero afincado en Fuengirola se convertirá oficialmente en los próximos días en el nuevo director de La Academia del Málaga y regresará a la que siempre ha sido su casa: La Rosaleda. Será su sexta etapa en Martiricos, club al que llegó en la temporada 78/79 para ser jugador del filial bajo las órdenes de Antonio Benítez. Cuatro décadas después ambos volverán a coincidir en el club. Uno como consejero consultivo y el otro como coordinador del fútbol base blanquiazul. De sus conversaciones emanará fútbol y compromiso.
La de jugador fue la primera etapa de Tapia. Tendrían que pasar casi 20 años para verlo de nuevo regresar, entonces como preparador físico del Málaga junto a cuatro entrenadores: Pepe Cayuela, Díaz Novoa, Tolo Plaza a Ismael Díaz, con quien logró el ascenso a Segunda División A. La labor de Tapia en aquella mítica temporada 96-97 fue fundamental y no sólo en el apartado físico, también en el anímico y psicológico de la plantilla. Además, Tapia colaboró entonces con la cantera desde su plano de preparador físico.
Pero su buen hacer con la base llegó años después. En 2002 se hizo con los mandos del Málaga B y construyó el mejor filial blanquiazul de todos los tiempos. Por sus manos pasaron innumerables futbolistas malagueños que acabaron consagrados en la élite y con un filial ascendiendo a Segunda División y jugando al fútbol de película. Su buen hacer le sirvió para ascender al primer equipo con la campaña 2004-2005 empezada para salvarlo del descenso tras un inicio dubitativo con Goyo Manzano. Al año siguiente, Tapia pagó platos rotos de varias decisiones controvertidas desde la dirección del club y acabó siendo destituido.
Pero volvió. Y otra vez como entrenador. Fue en la temporada 2008-2009, en el regreso a Primera del Málaga. Aquella, con Dely Valdés como segundo entrenador, fue una campaña primorosa, con muy buen fútbol y peleando hasta el final por una plaza europea. Luego entrenaría al Betis y al Tenerife y tuvo tiempo para volver al Málaga una última vez en 2012, aunque en esta ocasión fueron sólo un par de semanas en un intento de asumir la dirección deportiva que salió rana y que Tapia decidió abortar. Ahora podrá quitarse aquel mal sabor de boca con una nueva e ilusionante etapa, su sexta en el Málaga en cuatro décadas.
Espero que esta vez se comporte mej9r que última, que recuerdo que tres meses antes de cumplir el c9ntrat9 con el Malaga fichó por el Betis,negándolo hasta última hora, y, además se llevó al portero titular del Málaga GRATIS., lo cual dice todo de su formalidad, esperemos que ahora se porte mejor, lo dudo,porque la Cabra siempre tira al monte.